El gigante de las búsquedas va a desintermediar las tiendas de productos para el hogar, incluidos los de alimentación que no son perecederos en dos ciudades californianas. Un testeo que le permitirá conocer las claves del negocio para decidir si lo extiende al resto del mundo. El éxito de su prueba removerá los cimientos de las cadenas de distribución, que ya deben estar rezando para que fracase. ¿Utilizará drones para realizar las entregas a domicilio?
Google ha abierto su plataforma de venta on-line de productos para el hogar en las ciudades de San Francisco y San José, California. Alimentación, salud y belleza, hogar, juguetes, ropa, bebé y productos de electrónica y musicales son las siete categorías de quince marcas que Google acaba de estrenar.
Para dar el servicio se ha aliado con las cadenas American Eagle, Blue Bottle Coffee, Lucky, Toys’R Us, Guitar Center, L’Occitane y Whole Foods Market. Google vende al mismo precio que estas cadenas de distribución, lo que no dice es si cuando haya aprendido el negocio rebajará el precio de las tiendas físicas. No hacerlo así significaría un drástico cambio en su política, dado que Google ha ido desintermediando todos los mercados en los que ha entrado para ofrecer sus productos de forma gratuita, siguiendo su modelo de centralizar el máximo tráfico por Internet para atraer a los anunciantes a su buscador. La acumulación de clientes en Google Shopping Express podría atraer publicidad, y permitiría rebajar precios.
Google entra en segmentos de mercado para demostrar que puede mejorar las cosas. El coche sin conductor, por ejemplo, ha sido una demostración de que se pueden evitar los accidentes de carretera si los coches se ponen en manos de los robots, con un aviso a navegantes para los fabricantes de automoción. La idea me la contaba un alto cargo de Google hace años. Según esta tónica, se pueden regalar las noticias de los periódicos, los libros o la música. A cambio, Google gana en publicidad, y los demás vamos como podemos.
En esta nueva competencia de la mano de las grandes cadenas de distribución, Google da una vuelta de tuerca al decir que realiza la entrega en el día, y a la hora escogida por el cliente. Ah¡ los primeros seis meses serán gratuitos, luego se verá. Hacer la cesta del pedido y ponerla en casa del cliente es, precisamente, el nudo gordiano del ecommerce para que la cesta de la compra on-line sea rentable. A los hipermercados o supermercados de turno les cuesta unos veinte euros tener a una persona escogiendo cada artículo, haciendo la caja que en cada caso puede tener un tamaño o forma distinta, y entregarlo en casa. Es verdad que Google no va a vender producto fresco, con lo que se evite la onerosa cadena del frio. La experiencia determinará si el proyecto va a más, y si entra a vender productos perecederos.
Las caóticas calles de las viejas ciudades europeas serán, sin duda, una tabla de salvación para sus tiendas de alimentación. ¿Se imaginan los coches de entrega de Google sorteando los atascos para entregar varios pedidos en horas punta de tráfico? Aunque puede ser que sus laboratorios están ya pensando un sistema de entrega con drones, tal y como ya están testeando los gigantes de la paquetería estadounidense. Evitaría la nómina del conductor del vehículo tradicional, con lo que podría abaratar la entrega para competir en precio. Lo dicho, que tiemblen los de la distribución.