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(2) Los empleados y ex directivos hablan sobre la metodología de trabajo del CEO

De cómo Bezos convirtió Amazon en una Tienda de Todo

Miriam Garcimartin | Martes 02 de septiembre de 2014

Jeff Bezos se ha ganado la fama de ser un jefe muy duro al que es mejor no contrariar. Sus empleados consideran que no valora suficientemente su trabajo, es demasiado estricto y suele dedicarles respuestas hirientes y desproporcionadas cuando se le expone algo que no cree que sea digno del nivel exigible a su empresa.



Los más importantes CEO del siglo XXI se han caracterizado por su falta de empatía y frialdad con sus empleados. Steve Jobs, Bill Gates o Andy Grove tenían claro que los trabajadores son recursos desechables que pueden ser despedidos en cualquier momento e intercambiados por otros rápidamente. El trato diario con ellos se basaba en la amenaza y la intimidación, incluso hasta el punto de llegar a lanzar objetos en medio de broncas monumentales.

Éste es el tipo de situaciones que describen los empleados de la mayor tienda virtual del mundo cuando Brad Stone les pregunta sobre las relaciones con su jefe. John Doerr, capitalista de riesgo de Amazon, compara la teoría de la comunicación de Bezos con el Muro de Berlín. Todo debe pasar por él y cualquier comunicado de prensa, discurso o descripción de un producto será rechazado por él si no transmite un mensaje simple: “Usted no encontrará un lugar más barato y amigable para tener todo lo que necesita que Amazon”.

Para Bezos es fundamental la hiperracionalidad, la mejora del rendimiento de la empresa y el servicio al cliente, dejando fuera cualquier tipo de emoción o relación afectuosa con sus empleados. “Jeff no tolera la estupidez”, señala Kim Rachmeler, un antiguo ejecutivo de Amazon.

Cuando los empleados no cumplen con sus más altos estándares, Bezos puede castigarles con su exagerada risa, lo que acaba desarmándoles. Sus cambios de humor en menos de cinco minutos son conocidos como locuras. Si un empleado no tiene la respuesta correcta, se atribuye el mérito de otra persona o no está a la altura de la situación, es probable que sufra la locura de su jefe.

 En su libro, Brad recopila algunas de las frases célebres que el CEO de Amazon ha dedicado a sus trabajadores: “¿Usted es vago o simplemente incompetente?”, “¿Tengo que bajar y traer el certificado que dice que soy el director de la compañía para que usted deje de desafiarme en esta discusión?”, “¿Por qué está desperdiciando mi vida?, “Si oigo esa idea de nuevo, voy a tener que matarme a mí mismo” o “Este documento fue escrito claramente por el equipo B. ¿Alguien puede traerme el del equipo A? No quiero perder mi tiempo con el documento del equipo B”.

Aunque sus trabajadores a duras penas son capaces de soportar la dureza que aplica Bezos para conseguir sus objetivos, no es menos cierto que muchos de ellos reconocen que casi siempre lleva razón en sus pretensiones. Bruce Jones, ex vicepresidente de la cadena de suministro de Amazon, describe una situación en la que cinco ingenieros tuvieron que pasar nueve meses intentando descubrir qué acciones podrían llevar al aumento de la eficiencia de sus trabajadores. Cuando presentaron a Bezos infinidad de datos fruto de la investigación de nueve meses, éste les fulminó con una sola frase: “Estáis equivocados en todo”.

A pesar de que Jeff no tenía conocimientos previos sobre la teoría del control ni los sistemas operativos, les expuso sus argumentaciones en una pizarra y, todo lo que señaló como innecesario e incorrecto era cierto. Bruce Jones reconoce que tenía razón en todo lo que les dijo. “Tenía una capacidad increíble para ser tremendamente inteligente en cosas con las que él no tenía nada que ver y era totalmente despiadado a la hora de comunicarlas”.