Internet ha puesto al alcance de la mano la posibilidad de crear un medio de comunicación de masas. Las barreras de entrada a los negocios de la prensa, la radio o la televisión prácticamente han desaparecido. Las “masas” están más cerca que nunca. La posibilidad de hablarles directamente, sin intermediarios, sin gatekeepers que decidan qué es interesante y qué no, es ya real. Cualquier puede, con una inversión mínima, montar una emisora de radio... a través de internet.
Y, por supuesto, mucha gente lo ha hecho. El problema ahora es hacerse escuchar entre tantos emisores. Y, en muchos casos, conseguir ingresos que lo conviertan en algo viable y sostenible. La clave está en la especialización en un nicho de mercado muy específico. Pero los grandes anunciantes y patrocinadores piden cifras y, los pequeños, no invierten suficiente. Es un círculo vicioso en el que, sin embargo, los pequeños podcast on-line tienen mucho menos que perder que las tradicionales grandes radios.