Las autoridades de la Unión Europea han maridado, esta vez sí, con los gobiernos de los países para hacer el espacio digital común europeo. Más de 10 comisarios trabajan en 50 proyectos cooperativos para preparar el suelo de la Europa digital, que cambiará toda la economía y la vida real. Los impuestos de productos digitales y de la venta online serán comunes para “liberar la potencia del ecommerce”. Preparan la nube europea que acoja al nuevo espacio, la Europa de los paquetes sin las barreras económicas de la venta online entre países, la legislación propiciatoria del trabajo conjunto de laboratorios de I+D y empresas tecnológicas. Quitar el roaming entre operadoras es solo una de las patas de la consolidación de las telecomunicaciones del viejo continente que incluye a sus empresas. Barnier prepara la revolución para hacer empresas propias digitales. Parte de ella será un profundo cambio legislativo en la economía real que, de paso, enviaría “a algunos banqueros a la cárcel, que lo merecen”.
Las ganas del comisario Barnier contagiaron a los asistentes del acto organizado por Fundación FAES para hablar de la Europa digital. No se trata solo de “pintar con los colores europeos a gigantes de Internet como Google o Amazon”, hay que hacer empresas con identidad propia a demanda de las necesidades de los ciudadanos europeos. Para hacerlas posible están dando la vuelta a la legislación y a la fiscalidad, como si fueran un calcetín. El espacio digital europeo no es hacer lo mismo.com, es cimentar un espacio para que las empresas digitales y los desarrollos tecnológicos de las empresas de la economía real tengan las facilidades de sus hermanos USA, y compitan en las mismas condiciones. Europa es un mercado de 507 millones de personas y 22 millones de empresas, mientras que el estadounidense tiene 316 millones de consumidores.
El cambio no será un mero lifting, Barnier lo enfoca como una oportunidad para afrontar todos los problemas del viejo continente. Abordar los dos desafíos europeos: “el cambio climático, problema que no debe dejarse a los ecologistas porque afecta de forma muy grave a la sociedad. Y la estabilidad de los mercados financieros para ponerlos al servicio de la sociedad, y para que ningún actor financiero escape a la legislación. La economía real es la base del edificio, y si se rompe en 28 administraciones fiscales diferentes, lo que se pone encima no es sólido”.
Barnier explicó las diez propuestas desarrolladas para hacer un mercado digital que creará 2,6 puestos de trabajo digitales por cada uno destruido en la economía real. El pasado 24 de julio realizaron un paquete legislativo de medidas para liberar el potencial del ecommerce. “Queremos duplicar en 2015 la venta minorista online, que repercutirá de forma positiva en el PIB europeo”, puntualizo. En las medidas se incluye la securización de un pago online común a todos los países, con un sistema propio basado en Paypal. El ecommerce europeo carecerá de las barreras de los países. Impuestos comunes a los 28 países, los impuestos españoles, por ejemplo, son de dos a tres veces mayores que los franceses, alemanes o británicos. Levantar las barreras comerciales o de entrega de paquetes para que el encarecimiento de las entregas según los puntos (de 3 a 5 veces) no desincentive la venta. “Nos hemos reunido con 60 operadores de portales europeos, uno español, comprometidos a resolver el problema y hacer la Europa de los paquetes”. España está en el cuarto lugar europeo de ecomerce con unas ventas de 13.000 millones de euros online anuales.
Las barreras también se levantan para hacer un mercado único de contenidos. “Los ciudadanos quieren ver los contenidos a los que están suscritos desde su Tablet o su smartphone mientras viajan de un país a otro”. Será posible hacerlo con la desaparición del roamming propuesta por Bruselas. Junto a ello, aumentar el despliegue de la banda ancha europea porque “es demasiado poco y demasiado heterogéneo”, la consolidación de los operadores y las redes de telecomunicaciones lo homogeneizará.
Trabajan en unificar las licencias de las empresas y la legislación referida a los contenidos de Internet. Se aumentará el calado de la administración electrónica, y el suministro de todas las administraciones también irá procedido de la e. “Abre oportunidades a las PYME como proveedores, todo el pedido público de la UE supone el 18% del PIB europeo”. La universalización de la firma y las facturas digitales irán en el paquete.
Los colores de los países se teñirán con el azul europeo para hacer una política industrial común. “No acepto que Europa sea un mercado de consumo de productos de Estados Unidos y China. Nos hemos equivocado en cada país. Desde hace un par de años, el término política industrial europea ya no es una palabrota. Tenemos una hoja de ruta para culminar todos los temas”, aseguró. En ellos se incluyen el abaratamiento de inscripción de patentes industriales, marcas y contenidos, pata importante para protegerlos (la falsificación ha acabado con 200.000 empleos). Habló de la investigación de la tecnología clave del coche eléctrico para que quede en Europa, de la protección ciudadana contra el espionaje de países (se refería a USA). Alabó la Ley General de Telecomunicaciones española, recién tramitada, sobre todo porque acaba con la fragmentación del mercado español (legislaciones municipales, autonómicas y nacional para instalación de redes), igual que Europa quiere acabar con la fragmentación legislativa de países para extender redes.