Otro mazazo judicial y económico para las empresas del ex primer ministro italiano: Fininvest, el holding familiar del Cavaliere, ha sido condenado a pagar 541 millones de euros al conglomerado CIR –propiedad del empresario Carlo De Benedetti, editor de La Repubblica y de L’Espresso – por corromper a un juez en la controvertida adquisición de la editorial Mondadori.
Los hechos se remontan a los años 90 cuando Berlusconi y De Benedetti, ambos accionistas de Mondadori, se disputaron ante la justicia el control de la editorial. La sentencia definitiva del Tribunal de Casación confirma que el grupo propiedad de Berlusconi se hizo con los derechos de Mondadori gracias al soborno de un juez, que le permitió amañar en su favor una sentencia en 1991.
Fininvest ya ha pagado la millonaria multa al grupo editorial de su archienemigo De Benedetti, pero el veredicto de hoy permite a CIR acceder al dinero, que estaba congelado a la espera de la decisión judicial definitiva. El grupo empresarial de la familia Berlusconi controla bienes valorados en más de 5.000 millones de euros, incluido Mediaset. Las consecuencias financieras de la resolución han podido ser visibles también en la Bolsa de Milán, ya que las acciones de Mediaset han caído mientras que las de CIR han subido. La millonaria compensación supone además un importante balón de oxígeno para el grupo editorial de La Repubblica, que se ha visto afectado por la actual crisis económica de los medios de comunicación.
La condena es un agravante más en este annus horribilis para Berlusconi, que hace apenas un mes recibió otro varapalo judicial del Tribunal Supremo, que le condenó por el fraude financiero en el caso Mediaset a cuatro años de cárcel, conmutados a un año. En junio il Cavaliere fue condenado en primer grado a siete años por prostitución de menores y abuso de poder en el caso Ruby. Pero él se considera “víctima de una conspiración” y sigue aferrado a su escaño del Senado, pese a que una reciente ley anticorrupción veta a todos los condenados en firme por delitos como el suyo en el caso Mediaset. El trámite parlamentario para expulsarlo del Senado por esta ley sigue su curso entre tretas de su partido para retrasarlo. Hoy se reúne de nuevo la comisión que debe dar el primer visto bueno, con una mayoría clara en su contra, mientras il Cavaliere prepara su habitual artillería mediática y política para reaccionar a la justicia.