La reunión editorial celebrada el pasado lunes 2 de septiembre promete una turbulenta situación para “Spiegel” ante la reciente decisión de Wolfgang Buchner. El nuevo editor jefe provocó una protesta el pasado 21 de agosto cuando nombró como asistente a Nikolaus Blome, ex editor adjunto del “Bild”.
Esta primera decisión de Buchner ha sido vista como una provocación por los editores de “Spiegel”, que se reunieron en una sesión extraordinaria para votar contra Blome. Los argumentos que presentan son muchos, empezando por la postura conservadora del diario “Bild”, que contrasta notablemente contra la ideología izquierdista de Rudolf Augstein, fundador de la revista.
Otro argumento para criticar la decisión es el minimizado alcance que ha conseguido el diario conservador en el caso de las escuchas de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos).
Pero sin duda la mayor campaña que han realizado contra Blome fue el escándalo de Grecia, en el que los redactores de “Bild” describieron a los griegos como ladrones. Como señala “Le Monde” Fraziska Augstein, hija del fundador de “Spiegel”, aseguró que esta decisión se presenta como un auténtico desastre.
Ante estas continuas quejas de los periodistas de la revista, Buchner ha decidido nombrar a Blome como un miembro más de los editores. Aún así, el ganador del premio “Editor del año” en 2010 se ocupará de la fusión de contenidos entre los editores web y las ediciones impresas, un lugar en el que sus predecesores han fracasado por una sencilla razón; el sueldo inferior de los editores online a los que se les demandan más informaciones diarias.
El 50,5% del capital de la revista está en manos de los editores, dejando de lado el personal dedicado a la web. Por ello, las ediciones impresas generan la mayor parte de los ingresos, alcanzando el millón de copias semanales a finales de 2012 y posicionándose como el primer diario alemán.