Los investigadores del Media Lab del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) están trabajando en un sistema automatizado para ayudar a mejorar las relaciones interpersonales y conseguir una capacidad de conversación más fluida.
El nuevo software ha sido bautizado como MACH (My Automated Conversation Coach). Su funcionamiento se adjudica un rostro humano simulado para poder realizar las conversaciones interactivas. Es capaz de analizar, mediante una webcam, el rostro de la persona que se sitúa en frente del ordenador para observar cómo habla y cómo se comporta y así emitir posibles respuestas humanas. Al final de las sesiones el sistema da al usuario retroalimentación de su desempeño.
El proyecto se presenta como una idea interesante de cara a futuras entrevistas de trabajo. El equipo de investigación del grupo Affective Computing está expandiendo está tecnología con la intención de tratar a personas con el síndrome de Asperger y otros desórdenes de stress post traumático.
El director del proyecto, Ehsan Hoque, aseguró que el sistema fue diseñado para acabar con las fobias sociales, ya que permite la interacción social dentro del medio del usuario.
La efectividad del nuevo software fue probada con 90 alumnos del MIT durante un fin de semana. Los voluntarios que interactuaron con MACH fueron valorados por expertos humanos y en las posteriores entrevistas expresaron su intención de usar el sistema en el futuro.