La sustitución de los humanos por máquinas es solo cuestión de tiempo. Kevin Kelly afirmó en un artículo de “Wired” que, aunque sea difícil de creer, "a finales de siglo el 70% de los puestos de trabajo serán llevados a cabo por robots”.
Kelly asegura que este avance está inducido por una segunda ola de automatización, centrada en el aprendizaje automático y la inteligencia distribuida. Esta automatización afectará tanto a los trabajos manuales como a los intelectuales. El artículo sostiene que cualquier trabajo recaerá en manos de robots, incluyendo gran parte del campo de la medicina.
Tenemos ideas preconcebidas sobre cómo deben actuar los robots inteligentes, pero ellos conseguirán pensar de manera diferente, por lo que debemos desechar la creencia de que la inteligencia artificial es la misma que posee el ser humano.
Rodney Brooks, inventor de uno de los primeros robots industriales, el aspirador Roomba, se ha centrado en el desarrollo del robot “Baxter”, una patente de Rethink Robotics capaz de trabajar con los humanos. Este invento posee grandes brazos musculosos y se emplea para realizar tareas manuales repetitivas, pero con mejoras significativas: es capaz de detectar movimiento y percibir a los humanos para no hacerles daño. No es tan rápido y preciso como otros robots industriales pero es más inteligente. Solo necesita aprender un proceso para repetirlo constantemente. Es un ejemplo de la facilidad que supondrá el manejo de futuras máquinas inteligentes, dónde dejarán de hacer falta ingenieros y programadores altamente calificados. Es el primer robot-PC con el que los usuarios pueden interactuar directa e inmediatamente. El precio de Baxter es de tan solo 22.000 dólares.
Kevin Kelly ofrece una matriz para entender cómo la sustitución de nuestras actividades por robots evolucionará. En primer lugar está el trabajo que un hombre puede hacer, pero que los robots pueden hacer mejor. Sin embargo, para tareas complejas, siempre tendemos a pensar que no podemos confiar en los robots, aspecto que se superará con la nueva revolución.
Luego están los puestos de trabajo que los humanos no pueden hacer, pero los robots pueden realizar de forma precisa, como escanear al milímetro las células durante una investigación médica. Hay también nuevos puestos de trabajo creados por la automatización, los cuales no sabíamos que podíamos hacer. Con los robots y la inteligencia de los ordenadores podemos conseguir cosas que nunca imaginamos hacer, como lanzar exploraciones a Marte. Cada prueba de automatización que se realiza con éxito genera nuevas profesiones
La predicción de Kelly es que la revolución tecnológica estallará cuando todos tengan acceso a un robot personal. Sin embargo esta automatización no tendrá el mismo impacto para todos los puestos de trabajo. Como destacan Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee en su obra “Race Against the Machine” las máquinas han llegado a algunos tipos de trabajo, pero no han reemplazado a los trabajadores sino que conviven con ellos.
David Autor, economista del MIT, cree que para contrarrestar el impacto de la robótica en el empleo se necesitará mejorar la educación y formación de los trabajadores para aumentar sus habilidades. Sin embargo, Kelly insiste en la idea de que no podemos escapar del mundo de la automatización. De hecho, asegura que no se puede avanzar en el campo de la innovación si no existe automatización.
Según cifras de International Federation of Robotics a finales de 2011 Alemania se encontraba a la cabeza de Europa con 163.000 robots, seguida por Italia con 61.000, cifra muy por encima de los 34.000 de Francia y los 29.000 de España. Según “Wired” los avances tecnológicos provocarán aún más desigualdades entre países, ya que promoverán los monopolios.