El pasado 15 de julio en Gothenburg, el ingeniero sueco Andreas Hammar, gracias a la colaboración de UNICEF, lanzó al mundo la primera máquina capaz de convertir el sudor en agua potable. Según su creador el resultado que se consigue es más puro que el agua del grifo.
El objetivo de esta campaña es llamar la atención sobre la falta de agua potable en el mundo, así como recaudar fondos para poder purificar agua para los niños de los países menos desarrollados. En el mundo hay 2.500 millones de personas que no tienen acceso a agua potable y, de esa cifra, 450 millones viven en África. La ONG quiere recalcar la necesidad de promover ese derecho fundamental.
El dispositivo hace girar la ropa y la calienta para extraer el sudor. El vapor que desprende pasa por una membrana que separa las moléculas consiguiendo agua potable. El desafío técnico de esta máquina es similar a los de la industria aeroespacial. UNICEF destaca que la parte fundamental añadida es un nuevo componente de purificación desarrollado por la compañía HVR Water Purification en colaboración con el Real Instituto Tecnológico de Suecia.
El diseñador explicó que la máquina emplea una sustancia parecida a Goretex, material utilizado en ropa deportiva, que deja pasar el vapor pero mantiene las bacterias, sales, fibras de ropa y demás sustancias. La cantidad de agua conseguida depende del sudor que genere cada individuo, pero en general una camiseta produce 10ml de sudor, lo que supone aproximadamente un sorbo.
Actualmente ya hay 1.000 personas que han probado el invento, pero su principal limitante es la producción de sudor, donde la demanda es mayor que la oferta. Por ello de momento no es viable la producción en masa.