El informe Lescure, presentado el pasado mayo en Francia, propone la creación de un impuesto del 1% sobre los dispositivos conectados para apoyar así a las industrias culturales.
Nathalie Collin, presidenta de la Unión de Editores de Revistas (SEPM) De Francia, Marc Feuillée, presidente del Sindicato de la Prensa Diaria Nacional (SPQN), Jean-Viansson Ponte, presidente de la Unión de la Prensa Diaria Regional (SPQR) y Jean-Christophe Thiery, presidente de la Asociación de Noticias Gratuitas (APGI), apoyan la propuesta de este informe.
Nathalie Collin asegura que entre 1980 y 2011 el porcentaje de consumo de periódicos disminuyó del 17 al 13% del presupuesto familiar para entretenimiento e información, y el de revistas del 32 al 23%. Contra estos datos, el porcentaje de compras de equipos informáticos y dispositivos móviles aumentó del 4 al 40% de dicho presupuesto. Estas cifras ponen de relieve cómo la sociedad desea llegar al mayor contenido informático posible.
Jean Vaisson-Ponté sostiene que actualmente la principal ventaja de los teléfonos inteligentes y las tabletas es la renovación continua, que permite obtener contenido en tiempo real. La oferta de contenidos y servicios sigue creciendo y continuamente se van creando y forjando nuevos flujos de interés.
Marc Feuillée ha dicho que “la principal novedad hoy en día es que los fabricantes de teléfonos móviles son también comerciantes”. Integran así la cadena de valor y la intermediación. Por ello, afirma, se deben medir más minuciosamente las consecuencias del valor de los dispositivos conectados, que aportan el consumo de noticias y la descarga de aplicaciones de información.
Como sostiene "Le Figaro", Nathalie Collin asegura que las copias privadas aportan cerca de 200 millones de euros anuales en Francia, pero a pesar de su elevado coste es un elemento esencial en la cadena de valor que no debe ser reemplazado.
En cuanto al problema del alcance y la recaudación del impuesto, Jean-Christophe Thiery asegura que es un proceso largo que solo busca equilibrar el mercado para restaurar el ecosistema de las industrias culturales. Basándose en las ventas actuales de smartphones, tabletas y otros dispositivos, el impuesto podría recaudar en torno a 86 millones de euros.