El público no ha mostrado gran interés por la televisión en tres dimensiones. La última cadena que ha decidido frenar sus proyectos en 3D es la BBC británica. ¿Cuáles son los motivos por los que ni público ni televisiones apuestan por este formato?
ESPN y BBC, dos de las cadenas que más interés mostraron por ofrecer una programación en 3D, han llegado a la misma conclusión: este formato no interesa al espectador. Los intentos por ofrecer una televisión en tres dimensiones no han encontrado una respuesta demasiado favorable en la audiencia.
Así, ESPN ya confirmó que el 3D no funciona en los hogares, a juzgar por la pequeña audiencia que registran los sistemas de medición de EE.UU. El problema es doble: por un lado, sólo un 5% de los televisores cuentan con esta opción y, por otro, los usuarios que tienen aparatos con posibilidad de ver en 3D, no utilizan esta función, como reflejan los apenas 100.000 telespectadores que ven acontecimientos deportivos en este formato. Estos datos han llevado a ESPN a echar para atrás su proyecto de convertir todo el canal a 3D.
BBC ha estado experimentando con las tres dimensiones…hasta ahora. Tras utilizar este formato para retransmitir el discurso anual de la Reina Isabel II, los Juegos Olímpicos de 2012 o la serie “Doctor Who”, ahora anuncia que dejará el 3D en un segundo plano los próximos tres años, informa “Time”.
Kim Shillinglaw, jefe de 3D de la BBC, ha admitido que la tecnología no ha tenido el éxito esperado entre el público británico, por lo que darán un margen de tres años para ver cómo evolucionan las cosas. Él se incorporará a su trabajo diario a tiempo completo, cerrando así dos años dedicados al desarrollo de la programación en 3D.
Shillinglaw considera que la experiencia frente al televisor y en el cine es muy diferente. Mientras que en el cine uno se concentra en lo que va a ver, en la televisión el simple hecho de tener que ponerse las gafas antes de encender el televisor ya supone para el espectador una molestia. Además, la sensación que algunas películas recrean con esta tercera dimensión, no consigue despegar cuando se visualiza desde el sofá de casa. Por otro lado, la oferta en la programación es escasa por el coste tan elevado que supone producir en este formato, lo que acaba provocando el desinterés de los usuarios, que tampoco están dispuestos a desembolsar el precio de un receptor con esta característica incluida.
Aunque BBC habla de un descanso, lo cierto es que poner en suspenso todos sus proyectos en 3D durante tres años es casi como renunciar a esta fórmula de hacer televisión, a no ser que la tecnología mejore o consiga interesar al espectador. 1’5 millones de hogares del Reino Unido cuentan con televisores con opción 3D, pero sólo la mitad de ellos eligieron esta opción para ver la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres.