Los niños de la generación “Z”, acostumbrados a interactuar con la tecnología desde temprana edad, crecerán en un mundo de robots.
El pasado otoño, la empresa “Hasbro” lanzó al mercado un nuevo modelo de peluche Furby equipado con sensores, incluyendo un acelerómetro capaz de grabar al niño mientras juega y poder adaptar su personalidad en consecuencia.
Además, este año varios robots se pondrán en marcha con teléfonos inteligentes, para emplear una cámara y un software de reconocimiento facial para reaccionar a su entorno.
“Popular Sciene” compara la franja de edad que disfruta los nuevos software de smartphones y tabletas con esta nueva generación Z, asegurando que no crecerá rodeada de dispositivos móviles inteligentes, sino de androides con los que tendrán que interactuar.
Estos niños aprenderán a emplear estos objetos de forma nueva. Podrán hablar con los gadgets gracias al software de voz y al reconocimiento de rostros. El año pasado un equipo de la compañía “Latitude” pidió a los niños que imaginasen su vida con robots y el 64% imaginaron humanoides sociales.
Esta nueva generación causará, sin duda, una ola de innovaciones. Las plataformas de androides están abiertas, produciéndose una democratización robótica. El sistema operativo del robot, creado por la empresa californiana “Willow Garage”, se irá modificando según las necesidades de los niños, creándose diferentes aplicaciones.