La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos está investigando los 1.000 millones de dólares que pagó Google para adquirir la aplicación de tráfico de mapas y navegación. Waze proporciona información a tiempo real sobre las acumulaciones de tráfico en base a los datos aportados por sus propios usuarios, frente a la información pasiva que ofrecen los GPS. La adquisición fue confirmada al diario “The Guardian” el pasado 11 de junio.
Estas acciones de investigación se están viendo impulsadas por las demandas de los grupos de consumidores preocupados por la adquisición, ya que ahora Google domina el “mapeo” en línea. Esta situación ha provocado que la compañía acapare el mercado.
Waze es una aplicación con cerca de 50 millones de usuarios activos a nivel mundial. Además de ella, solo hay otras 2 empresas capaces de crear mapas por su elevado precio: TomTom y Nokia, además de Google. A principios de este año Waze ya anunció que su único competidor en potencia era Google, que actualmente no cuenta con ningún rival a su nivel.
La investigación es la última de una sucesiva serie de escrutinios que los reguladores antimonopolio aplican a Google. Se sigue discutiendo un decreto de consentimiento que impulsó la FTC a partir de enero, con la intención de bloquear el posible abuso de las patentes. También está investigando si la compañía ha abusado de su posición dominante en el mercado de la publicidad en línea a través de su propiedad DoubleClick, comprada por 3.000 millones en 2007.
Aún con todas las presiones Google aseguró que mantendrá Waze como una unidad separada. A pesar de este anuncio, el grupo de presión estadounidense “Consumer Watchdog” escribió al departamento de Justicia argumentando que Google domina el negocio de mapas en línea y que la empresa fue capaz de abrirse paso a esta dominación favoreciendo injustamente sus propios servicios por delante de los competidores a través de su poder en el negocio de las búsquedas.
La FTC ha decidido investigar si la adquisición actuaría en contra de los intereses de los consumidores a causa de la reducción de oferta de mercado, así lo recoge el diario “The Guardian”.