Martes 02 de septiembre de 2014
Les aseguro que no bebo y que no soy sospechoso de recibir sobres de Moncloa. Pero sí es verdad que lo estoy oyendo una y otra vez en los mentideros empresariales de Madrid y entre los analistas más influyentes de este país. ¡Claro está, no es noticia en la prensa anglosajona! No lo busquen en ‘Financial Times’, ni en ‘Wall Street Journal’. Estos juegan a otra cosa. Pero, analicemos mi tesis:
Partamos de que la última vez que escuché públicamente esta aseveración fue el 6 de junio de 2013 en la conferencia marco del VI Congreso ECOFIN. El prestigioso analista David Cano, miembro del Foro ECOFIN y socio director de AfiNet, después de media hora de exposición anticipó algunas predicciones en las que apareció ésta: “Este verano se acaba la crisis”. Pero, ¿cómo?
1.- No todo va mal en el mundo.- De hecho, la economía mundial crece a tasas del 3%. Este análisis supone descubrir que nuestra crisis no es algo generalizado en el mundo, sino todo lo contrario.
2.- Hay locomotoras económicas.- Hay vida más allá de nuestra realidad gris. China es el Jorge Lorenzo del circuito mundial. Y Estados Unidos, que le estalló en la cara la burbuja financiera, es ya un valor seguro a lo Dani Pedrosa. Es una economía en expansión con gráficas de crecimientos de 45 grados desde mediados del 2009 y por encima del índice 100 desde mediados del 2011. Y Japón es nuestro Marc Márquez, que tras décadas de profunda crisis, es la joven promesa que experimenta con una nueva receta de política económica desde el 2012 que le está dando muchos éxitos.
3.- El modelo a seguir es Estados Unidos.- Es el ejemplo de que hay salida. La recesión tocó suelo en septiembre de 2008. En 2010, el PIB de los Estados Unidos ya estaba creciendo y en algunos trimestres este PIB ha alcanzado el 1%. Las previsiones de Analistas Financieros Internacionales (AFI) es que se va a consolidar este crecimiento de la economía americana durante el 2013. Y la creación de empleo se mantiene desde antes del verano de 2010. Pronto se alcanzará el número de empleados previo a la crisis. Y hasta los precios de la vivienda se están disparando por encima del 10%.
4.- ¿Y España? España va bien. Nos hemos convertido de la noche a la mañana en una potencia exportadora. ¿Quién nos iba a decir que el 36% del PIB español dependería de las exportaciones y que por primera vez en nuestra historia, España es una potencia exportadora con una balanza comercial positiva para el país? Las claves del crecimiento de las exportaciones de España están en el crecimiento mundial del PIB, pero también en el incremento de la competitividad de nuestras empresas y productos; así como en el aumento de la variedad de la cesta exportadora, los cambios de orientación geográfica hacia nuevas economías no tradicionales y la ampliación del número de empresas exportadoras y sectores que participan en este proceso.
En el 2012 ya se consiguió un déficit corriente próximo al cero y un ‘casi’ equilibrio exterior. Pero esta tendencia dará ya números positivos en este segundo semestre de 2013. Las tres claves según AFI son: la reducción en un 70% del déficit comercial (superávit en todo, salvo energía), el incremento del superávit de servicios (el turismo y otros) y la reducción a la mitad del déficit de rentas (se estabiliza la deuda externa y se abarata la financiación exterior por el efecto BCE y la caída del Euribor).
Las proyecciones publicadas por el Banco de España anuncian ya una tabla de indicadores macroeconómicos para 2014 en los que empiezan a apuntar ratios positivos en algunas partidas. Para empezar, pronostica el crecimiento del PIB nacional en un 0,6%. Pero quiero resaltar como mostración del cambio de ciclo que la inversión en bienes de equipo deja de ser negativa (lo es desde que empezó la crisis más de un lustro atrás) y crecerá un 1,4%. También es importante el mantenimiento de la tasa de crecimiento exportador de bienes y servicios que se prevé sea del 5,4%, con una demanda exterior neta (contribución al crecimiento) del 1,2%.
En resumen, hay vida más allá de la crisis y más allá del verano. Las bolas de cristal del Banco de España y de AFI así lo auguran.
Así pues, este análisis farragoso, intencionado y tozudo espero que sirva para insuflar alguna dosis de optimismo y, también, para quien haya pensado tomarse unas merecidas vacaciones este verano las pueda planificar sin mala conciencia sobre las incertidumbres presentes y futuras de la economía española.
O eso digo yo.
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