El escándalo de las últimas semanas ha sido el polémico tema PRISM, programa de vigilancia empleado por La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA). Se ha llevado a cabo gracias al acceso a los servidores centrales de las principales compañías dominantes de Silicon Valley: Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube y Apple, con el supuesto fin de prevenir ataques terroristas y vigilar a los extranjeros de actitudes sospechosas. Como sostiene el diario “ABC”, la agencia mantenía connivencia con el FBI.
El escándalo de las últimas semanas ha sido el polémico tema PRISM, programa de vigilancia empleado por La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA). Se ha llevado a cabo gracias al acceso a los servidores centrales de las principales compañías dominantes de Silicon Valley: Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube y Apple, con el supuesto fin de prevenir ataques terroristas y vigilar a los extranjeros de actitudes sospechosas. Como sostiene el diario “ABC”, la agencia mantenía connivencia con el FBI. Un artículo de “The Guardian” señala que los ordenadores de los asistentes de la cumbre del G-20 de Londres 2009, tuvieron sus ordenadores controlados y sus llamadas telefónicas interceptadas por orden del ejército británico. Esta información se basa en unos documentos encontrados por el diario, que, junto con la ayuda de Edward Snowden (trabajador subcontratado por la CIA), desenmascaran un protocolo de vigilancia que llevaron a cabo en conjunto la NSA y la GCHQ (inteligencia británica) Uno de los principales objetivos eran las actividades del Ministro de Finanzas de Turquía, para tener ventaja estratégica en los debates y negociaciones. El sistema que sigue la agencia es el empleo de un software para buscar palabras clave en los correos electrónicos, así como patrones en los números de teléfono que podrían vincular blancos terroristas, así lo señala un artículo de “El Heraldo”. Más tarde entregan la información recogida a 16 agencias de inteligencia estadounidenses y a las autoridades policiales. Para distanciarse de la polémica PRISM, Facebook fue una de las primeras compañías en desvelar lo sucedido. La red social recibió 19.000 peticiones de datos del gobierno estadounidense, como recoge el artículo de “ABC”, pero según su jefe de seguridad, Joe Sullivan, no le proporcionaron acceso directo a sus servidores. Microsoft, con 32.000 peticiones en total, aseguró a través de su vicepresidente John Frank, declaró en un comunicado que según un acuerdo firmado con la Administracion estadounidense la compañía solo facilita datos agregados sobre las solicitudes de información, sin especificar sus procedencias. Otras compañías que también han negado su participación son Apple y Yahoo. El propio presidente de Estados Unidos ha declarado que no considera que el sistema PRISM suponga una violación del derecho a la privacidad, como señala “EuropaPress” El funcionamiento y consecuencias que conlleva el programa PRISM, vienen recogidos en un artículo de “The Washington Post”. |
Este caso de espionaje, que ya es visto como el mayor de la historia, ha incrementado la preocupación sobre la privacidad de internet y la transparencia gubernamental.
Como señala “Associated Press”, los datos sobre terceros mueven una industria de dos mil millones de dólares únicamente en Estados Unidos, pero existen diferencias significativas entre el seguimiento comercial y gubernamental, ya que las empresas están sujetas a presiones de mercado mientras que el Gobierno no.
El “Wall Street Journal” habla de un gestor de banca privada que ha puesto en manos de una empresa externa toda su acción cibernética para que le ayude a organizarse eficazmente y a desarrollar de la mejor manera posible su tarea comercial.
Muchos usuarios no son consientes de la amplitud de seguimiento de sus datos comerciales, punto en el que los defensores de la privacidad encuentran volúmenes de datos contradictorios a los derechos de los consumidores en línea. Como señala el Centro de Información sobre Privacidad Electrónica el público no es consciente de que cada segundo que pasan en internet están siendo controlados.
John Gapper, columnista del “Financial Times” anunció que Big Data (referencia a los grandes conjuntos de datos) tiene que demostrar que no nos tiene vigilados como en el concurso televisivo “Gran Hermano”, y que nuestros datos aún no han caído en manos de empresas ni gobiernos.