Los smartphones se convierten en un elemento decisivo a la hora de adquirir un producto al facilitar información instantánea. Además, comienzan a cobrar protagonismo como herramienta directa de compra.
Los “smartphones” han potenciado la actividad online. Continuamente conectados, los usuarios son cada día más activos digitalmente y es común verles en cualquier lugar o momento con el dispositivo en la mano. Pero ¿qué es lo que hacen? Pues probablemente utilizar las redes sociales o un buscador. Y es que, según un estudio de TNS Infratest, más de la mitad de los usuarios reconocen haber intensificado el tiempo que destinan a ambas actividades con la llegada de los teléfonos inteligentes. En el caso de los más jóvenes (entre 14 y 29 años), la actividad digital que más ha aumentado es el uso de los motores de búsqueda.
Ávidos de datos, la recopilación de información sobre un producto a través del “smartphone” es una de las tareas más frecuentes de los usuarios a la hora de realizar compras, suponiendo el 7% de las búsquedas totales y siendo la consulta más habitual después de las de arte y entretenimiento (15%), las de noticias (12%) o las de conocimiento general (10%). Así, los buscadores se han convertido en un elemento más de la toma de decisiones de los consumidores. Además, esta variable suele jugar a favor de los comerciantes, ya que, según el informe “Mobile Search Moments: Understanding How Mobile Drives Conversions” de Nielsen, el 55% de las consultas sobre un artículo terminan acabando en la compra del mismo en el plazo de una hora. En caso de realizar la búsqueda dentro de la tienda, el porcentaje se incrementa, llegando hasta el 67%.
Los dispositivos digitales también están influyendo en cómo se realizan las compras, favoreciendo el crecimiento del comercio electrónico. De hecho, según el último análisis de eMarketer, se estima que en 2013 el 15% de las ventas del sector del retail se realizará a través de tabletas o teléfonos inteligentes, frente al 11% de 2012. Además, se espera que esta tendencia siga en alza, alcanzando en los próximos cuatro años el 25%.