Ya son 770 millones los smartphones que cuentan con un servicio de GPS. Para el mundo de la publicidad esto supone un gran impulso para rentabilizar los anuncios móviles. Al darse a conocer los datos de localización de los dispositivos, se abre un mundo de posibilidades en el acceso a los potenciales clientes.
“BI Intelligence” ha elaborado un informe reciente en el que intenta mostrar la manera en que los datos de localización de móvil están transformando el comercio. El estudio habla del entusiasmo de los expertos en marketing ante los beneficios que tanto consumidores como empresas conseguirán usando distintas aplicaciones y abordan los problemas que pueden derivarse referentes a la privacidad.
En primer lugar, “BI Intelligence” pone de manifiesto que la publicidad en estos momentos es más valiosa y efectiva gracias a que se basa en la ubicación. Que un usuario esté cerca de un negocio, eleva el número de clics que recibe un banner, según un estudio realizado en 2012.
Por otra parte, sólo un 5-10% de la publicidad móvil tiene datos reales de latitud-longitud. La información con la que cuentan no es exacta, pero en estos momentos hay diferentes fórmulas para crear coordenadas.
Algunas plataformas de publicidad están intentando ir más allá de la localización directa. Cuando una persona frecuentemente visita determinados hoteles o aeropuertos, puede clasificarse como viajero de negocios y redirigirle anuncios relevantes, aunque en esos momentos no se encuentre en esos lugares. Éste es un paso importante, porque establece un perfil de la audiencia muy concreto.
El comercio local es el gran beneficiado de la localización de datos. A través del móvil, se conectan miles de pequeñas empresas con sus clientes estableciendo estrategias efectivas para promover la compra. De hecho, un tercio de las búsquedas móviles en Google tiene como objetivo el comercio local y esta cifra sube al 94% de usuarios que han buscado informaciones locales.