La revista “Experpento” es una rara avis que sigue apostando por la edición en papel después de nueve años. Es un modelo de negocio que funciona por el tipo de contenidos que ofrece. Su directora habla sobre la andadura de la revista hasta llegar a consolidarse en un mercado muy masificado como es el del periodismo cultural y de ocio.
Dentro de las jornadas “Paren las rotativas” organizadas por la revista “La Encuadre”, Reyes Muñoz expuso sus opiniones respecto a las distintas plataformas al alcance de los periodistas para llevar al público su producto.
En el caso de “Experpento”, la apuesta ha sido siempre por el papel. Su proyecto comenzó en 2004. Empezaron a repartir la revista en universidades y luego en bares, pero al tener un formato grande, los bares dejaron de distribuirlo. De este modo, decidieron reducir el tamaño y e irse adaptando a los nuevos tiempos y a Internet, no sin dificultades.
“Experpento” es un producto impreso gratuito que siempre ha ido un poco a remolque de las nuevas tecnologías. Como comentó su directora, empezaron aprendiendo códigos HTML, después alguien les habló, tarde, de Myspace, luego de Facebook… Así hasta llegar a Wordpress y Twitter, las dos fórmulas que mejor les han funcionado por el tipo de contenidos que ofrecen.
En cuanto a su modo de financiación, se realiza mediante patrocinio. Reyes señaló que el mantener y conseguir que los patrocinadores se interesen por tu negocio es una lucha diaria que empieza desde el mismo día en que un nuevo número sale a la calle. Es una vuelta a empezar constante, pero llamar cada día para que las marcas sigan confiando en tu producto es absolutamente necesario. De hecho, llegó un momento en el que se les cayeron todos los anunciantes y tuvieron que aprender a empezar de cero. Han sobrevivido, pero sólo queda un 25% en papel. El crowdfunding tampoco parece una solución. Hace dos años lo intentaron, pero era mucho más trabajoso ir detrás de la gente que de las empresas.
En cuanto a la web, por el momento lo que hacen es volcar los contenidos de la revista. También han elaborado una página con notas de prensa que cuelgan en redes sociales como Twitter y les sirve para identificar qué temas son los más populares. En muchos casos, esto les ha llevado a dedicar la portada del siguiente número a alguno de los personajes más seguidos.
El siguiente paso será el de crear una web para colgar contenidos actuales de diferentes eventos que no podrían reflejarse en la revista al tener una periodicidad mensual, a riesgo de que esos acontecimientos queden obsoletos en ese tiempo. La publicidad ha caído y no quieren matar al papel, con lo que deben potenciar la web. “No hemos sabido explotar económicamente la web, nos faltan conocimientos o un programa que nos diga quién hace click en una publicidad”. Lo que sí han notado, según Reyes, es que la gente sólo se interesa por los anuncios informativos, p.ej, una obra de teatro o un concierto, más que por anuncios de marcas publicitarias.
Reyes continuó diciendo que una web pequeña lo tiene muy complicado para conseguir publicidad en Internet. “La gente del mundo de la publicidad está trastocada, no sabe dónde invertir, van a sota, caballo y rey y no apuestan por lo nuevo”.
Durante la charla, algunos periodistas presentes en la sala se cuestionaron en voz alta si la publicidad invertiría más en los medios si se ofrecieran contenidos de mayor calidad. Para Reyes, entramos en una espiral en la que cree que para demandar calidad en los textos tiene que existir primero una fuente de ingresos que permita contar con buenos periodistas que hagan ese trabajo. Sin medios, es una misión complicada.