El informe ‘Creación de valor en la era digital’ de Bain & Company determina como las tendencias subyacentes del proceso de cambio que vive la industria de los contenidos están afectando de manera diferente a las principales áreas de negocio. La editorial es una de las que presenta mayor grado de inmadurez, con una transición al mundo digital sin asentar.
Es innegable que la llegada de Internet ha revolucionado la industria de los contenidos. Pero, ¿cómo lo está haciendo? Y, lo que es más importante, ¿dónde está el futuro? Parece que está claro que la clave está en la innovación.
En los últimos tiempos, encontramos nuevos modelos de negocio que perviven con la transformación de los tradicionales; propuestas que fracasan y otras que empiezan a repuntar. Todas ellas buscan dar respuesta a un consumidor que ha cambiado sus hábitos; que demanda gran cantidad de contenidos y que quiere experimentar nuevas experiencias. Algunos segmentos ya han comenzado a dar sus frutos, como los vídeos, con un consumo que muestra una clara migración a los dispositivos móviles. La tableta constituye el principal dispositivo de visualización para el 40 % de los consumidores en el caso de Reino Unido, China y Brasil, y de un tercio en Estados Unidos. Así lo señala el informe ‘Creación de valor en la era digital’, realizado por la consultoría global Bain & Company. Un estudio que presenta unos resultados mucho menos dinámicos en el caso del mercado del libro electrónico, que aún tiene un largo camino por recorrer. Y es que la transición real del formato en papel a la edición digital solo ha comenzado en EEUU y Reino Unido.
Según el estudio, la innovación está cambiando de manera distinta a cada segmento de la industria, debido a las cinco tendencias latentes que se dan en el proceso: abundancia, con usuarios que demandan más contenidos; segmentación, para adecuarse a las preferencias de los clientes; agregación, con la convergencia de las audiencias en las plataformas digitales; comunidad, dado el mayor peso de las redes sociales; y el compromiso, con una audiencia que busca descubrir contenidos.
En el caso de la industria editorial sus efectos apenas se han dejado notar, con unos resultados que, según el informe, sitúan a los libros electrónicos con una cuota de mercado global de un 15% en EEUU, un 6% en Reino Unido, un 2 % en Francia y de tan solo un 1% en Alemania.