Las diferentes mediciones de la audiencia del Huffingtonpost en España pone en evidencia el problema de los controles de lectores en internet.
La edición española de Huffingtonpost tiene una audiencia de 104.000 usuarios únicos al mes, según la última medición de Nielsen. El perfil de lectores es el de jóvenes internautas. Concretamente, el 60,4% de los usuarios tienen entre 21 y 34 años. Sin embargo, otro medidor acreditado, ComScore, le da en torno a un millón de usuarios únicos. Fuentes de la propia publicación suben esta cifra a cerca de los dos millones de visitantes. Este es un elocuente ejemplo del problema de la medición de audiencias en internet, que difieren enormemente según la medición empleada.
Analistas del sector estiman que el objetivo a alcanzar razonable para el Huffingtonpost español debería estar entre 3 y 4 millones de usuarios únicos mensuales. Precisamente el pais.com tiene más de cuatro millones de usuarios únicos. Es el primer gran medio digital español, tras sobrepasar al mundo.es hace un año.
El Huffingtonpost nació en Estados Unidos y logró un gran éxito porque fue el primer agregador online de noticias con blogs. Su fama saltó al escenario mundial porque no repercutió a sus blogueros los pingües beneficios obtenidos en su venta. El medio tiene ediciones en España, Francia, Italia, Gran Bretaña y Canadá, y mantiene su línea de agregar noticias y sumar blogs.
La plantilla española está formada por nueve personas. A los siete meses de su salida el Huffingtonpost está aún lejos de lograr beneficios. Pero los socios de esta iniciativa se muestran esperanzados con su marcha.
Los ingresos digitales de Prisa suponen todavía menos del 5% de la facturación total del grupo, según datos hechos públicos por su consejero delegado. El diario líder de España está haciendo una apuesta muy fuerte para su transición digital, pero está aún muy lejos de la meta, pues debería tener más de un 50% de su facturación de origen digital antes de dos o tres años, porque la caída de los ingresos de los productos de papel se está acentuado con más rapidez de la prevista. El reciente despido de periodistas de calidad y con agenda propia no parece el mejor camino para alcanzar los objetivos, ya que precisamente es la calidad de los contenidos lo que va a marcar la diferencia en el nuevo ecosistema de la información de la era digital.