Las televisiones autonómicas han reconocido haber sobrepasado su labor de servicio público, y derrochar un dinero que no tenían en la compra de programas. Ahora quieren un contrato programa que les asegure los ingresos durante unos años, y prometen no volver a sacar los pies del tiesto. ¿Quién se va a hacer cargo de las deudas?
Jesús López Cabeza, presidente de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) ha entonado el “mea culpa” sobre los excesos cometidos por las cadenas autonómicas durante los años de la burbuja económica española. Las cadenas autonómicas “comprometieron gastos demasiado altos para comprar contenidos y derechos en la época de la bonanza económica”, aseguró en una tribuna organizada por El Foro de la Nueva Comunicación, y patrocinada por Vodafone. Mientras los aludidos (sus representados) bajaban la cabeza, López Cabeza reconoció haber sobrepasado su labor de “servicio público de proximidad. Es uno de los aspectos en los que nos hemos desviado, la necesidad percibida por los ciudadanos de lo que es una televisión pública”.
Ahondó en las retransmisiones deportivas, uno de los derroches de las autonómicas, “son uno de los contenidos que no deberíamos ofrecer si hay una alternativa. Tienen unos precios que no se corresponden con la utilidad” de servicio público. Durante años, las cadenas autonómicas han pagado por emitir partidos de fútbol de forma simultánea a las televisiones privadas. “El dinero que pagábamos iba más ligado a la notoriedad de la cadena que al share que obteníamos”. Aun así, López Cabeza lo reconoció como una opinión personal, “compartida por la gran mayoría de las televisiones presentes en Forta”. Todas no reconocen el error.
En un escenario de cierres, despidos y amenazas de privatizaciones, Forta ha pedido un contrato programa que fije las dotaciones de las autonómicas durante varios años. Lo recalcó como algo imprescindible para poder “avanzar hacia un modelo sostenible que evite el endeudamiento perpetuo”. (Algo similar a lo que prevé la Ley de RTVE). En los tres últimos años, las autonómicas han reducido en un 30% sus presupuestos, por lo que en 2013 tendrán un coste de 21 euros anuales por cada español. “Uno de los más bajos de las televisiones territoriales de toda Europa”. Recordó que las CCAA destinan un 0,7% medio de sus partidas anuales a las cadenas de su comunidad. Dijo que el modelo de publicidad es una fórmula agotada, y aludió a los patrocinios y a la interactividad como nuevas formas de ganar dinero (existen desde hace años) Habló de alianzas a largo plazo con el sector privado “para ser más eficientes”. O sea una fórmula suave de privatización para que las empresas privadas entren sin asumir las deudas, porque asumiéndolas no interesan a nadie.
Se defendió de las acusaciones sobre su falta de independencia informativa. Argumentó el esfuerzo realizado a favor de la cultura de cada comunidad. Manuel Pizarro, presidente de Fundación IberCaja, sacó pecho, en su intervención, por la televisión de Aragón, dada su defensa de la jota como folclore autóctono. Esta nota pintoresca quitó hierro a la situación, en el aire quedó la pregunta sobre la solución de la enorme deuda de las autonómicas. El reconocimiento de López Cabeza es un buen paso, y el ya está subsanando errores en la Corporación de Radio y Televisión de Aragón, que dirige ¿le seguirán los demás? Y, sobre todo, ¿será suficiente?