El pasado fin de semana, y sólo dos meses después de llegar al cargo, George Entwistle dimitía como director general de la BBC. Su decisión constituía sólo la punta visible del iceberg en el que se ha convertido la crisis que desde hace tiempo azota a la cadena británica. Poco después, otros altos cargos seguían los pasos de Entwistle y renunciaban a sus puestos. El motivo ha sido la polémica por la emisión de un reportaje sobre supuestos abusos de menores en Gales y que llegó a identificar por error a un antiguo político.
Curiosamente, nadie dimitió por el famoso escándalo de Jimmy Savile, un antiguo presentador fallecido el año pasado, cuando la cadena fue acusada hace unas semanas de haber encubierto un caso de abusos sexuales y pederastia cometidos supuestamente Savile, su presentador estrella durante décadas.
Lo cierto es que Entwistle ya estaba en la cuerda floja antes del último escándalo, puesto que recibió duras críticas por su salario de 450.000 libras al año. Su puesto lo ha ocupado Tim Davie, aunque es muy posible que sea simplemente una solución temporal, dado que el diario “The Guardian” informó de que el presidente de la BBC está buscando candidatos activamente.
Por otro lado, Helen Boaden, directora de noticias, y Steve Mitchell, su adjunto, han dado un paso a un lado a pesar de que no admiten ninguna responsabilidad directa en el último escándalo. El reportaje que identificó por error a un antiguo político, emitido en el programa Newsnight, se llevó a cabo en colaboración con la Oficina de Periodismo de Investigación, cuyo director Iain Overton, renunció el lunes.
Wan-Ifra recuerda que los 54 días de Entwistle como director general de la BBC han sido de todo menos pacíficos, dado que sólo dos semanas después de acceder al cargo saltó el gran escándalo de Jimmy Savile. Todo ello ha supuesto una inmensa cicatriz en la tradicionalmente respetable reputación de la emisora.
“El debacle de Newsnight es una aberración”, aseguran John Ware, periodista de la BBC.Mientras, el predecesor de Entwistle, Mark Thompson, también es criticado. Después de dejar la empresa, pasó a ocupar el puesto de director general en “The New York Times”, y existe la duda sobre si tenía que ver con el encubrimiento de las denuncias contra Savile. Expertos como Ken Doctor creen que Thompson no debería haber asumido el cargo por el bien futuro del “New York Times” y augura un “lío mediático”.
Sin embargo, el presidente del diario, Arthur Sulzberger, ha dado una calurosa bienvenida a Thompson: “Nos conducirá en nuestra transformación digital, reforzará nuestro crecimiento internacional, impulsará la productividad e introducirá nuevas tecnologías que nos ayudará a ser mejores contadores de historias”.