Mañana viernes empiezan a venderse en todo el mundo los más de mil modelos de tabletas y de PCs, de todo tipo y condición, que han sido certificados para Windows 8. Está disponible como actualización de versiones anteriores de Windows en más de 140 mercados y en 37 idiomas. La presentación de Windows Phone 8 el próximo lunes cerrará el círculo virtuoso de la mayor apuesta de Microsoft, que debe dar continuidad al gigante en el ocaso de la era del PC. Steve Ballmer ha capitaneado la presentación en Nueva York, replicada por los CEOS de casi todas sus filiales en cada mercado. Inútil, el valor ha caído en bolsa tras la presentación. Eso si, solo un 0,08%, los mercados han decidido esperar a que el público recoja el guante de la mayor apuesta realizada por la mayor empresa de software para PC del mundo.
¿Habrá colas en Media Markt, El Corte Inglés, Fnac y el resto de las grandes superficies que vendan los más de mil modelos de terminales con Windows 8? Sin duda será una dura espera tras la desconfianza bursátil. Microsoft sabe que se la juega y ha echado el resto. Las más de 670 millones de copias vendidas de Windows 7 (el anterior, Vista, fue un fracaso) les dio el pie para hacer el sistema operativo multiterminal con el que debía batir a Google y Apple, que con sus tabletas y sus smartphones están cerrando la era del PC. El resultado ha sido Windows 8, un sistema operativo muy veloz que da todo el poder a los dedos de los usuarios. "Hemos reinventado el PC", ha dicho Steve Ballmer, Presidente de Microsoft, durante la presentación.
Los ordenadores táctiles con Windows 8 son gigantescas tabletas. De hecho, los denominados convertibles son tabletas con teclados, que se quintan con un click. En la primera prueba, el resultado es espectacular.
Las ventanas activas del escritorio se actualizan automáticamente con el mail, los contenidos de las redes sociales, o lo que queramos tener en ellas, Y a quien le cueste entrar en el nuevo diseño, puede cambiar con un solo dedo al antiguo escritorio. La nube es el punto de unión entre todos los terminales con Windows 8. Con solo poner la clave de usuario se accede al escritorio del PC desde cualquier otro terminal, sea o no del dueño de la clave, y cualquier interacción actualiza los contenidos en todos. A primera vista, la solución es perfecta. Los fabricantes que lo han incorporado a sus terminales hablan maravillas. ¿Dirá lo mismo el consumidor?