Los diarios brasileños han hecho frente común y han plantado cara a Google. El 90% de las publicaciones del país han abandonado Google News y ha condicionado su vuelta a que la plataforma de noticias pague por el uso de su contenido. La batalla se antoja dura, dado que el gigante tecnológico rechaza de plano pagar.
El presidente de la Asociación de Periódicos de Brasil, Carlos Fernando Lindenberg, que representa a 154 publicaciones, resumió así la postura de los diarios en una entrevista en el Centro Knight para el Periodismo en las Américas: “Google Noticias se beneficia comercialmente de este contenido de calidad y se niega a discutir un modelo de remuneración por la producción de estos materiales. Permanecer en Google News no ayuda a crecer nuestra audiencia digital".
Lindenberg sostiene que el hecho de que Google News muestre las primeras líneas de las historias a los internautas reduce las posibilidades de que éstos pinchen en ellas para acceder a los sitios web de los medios y leerlas completas. El asesor de prensa y secretario del Comité de Estrategias Digitales de la ANJ, Carlos Müller, añadió que la decisión de los diarios brasileños fue adoptada en dos etapas, informa “El Universal”. “Los periódicos concluyeron que los lectores muchas veces quedaban satisfechos con las tres líneas de la noticia reproducidas en Google Noticas”. Debido a ello, probaron con mostrar una sola línea, básicamente los titulares, pero constataron “que muchos lectores también se sentían satisfechos”.
"La ANJ defiende esa política y aunque reconoce que hay una pérdida de tráfico de lectores de alrededor de 5%, es el precio a ser pagado por la protección del periódico y la marca", argumentó el asesor. Google replica que el elevado tráfico que genera la plataforma hacia las páginas web de dichos diarios es suficiente recompensa y motivo para evitar el pago.
Google sigue, por tanto, teniendo problemas con los editores de periódicos. El buscador amenazó el jueves con dejar de dar referencia a los medios impresos franceses si ese país prosigue con su intención de aplicar un impuesto en beneficio de los editores.