Debido al cada vez menos uso que los usuarios le dan a “los orejones”, como se los conoce en el gigante sudamericano, el Gobierno está evaluando la posibilidad de convertirlos en punto de acceso Wi-Fi.
Mientras en la mayoría de las capitales mundiales cada vez se ven menos cabinas de teléfonos públicos, los brasileños quieren convertirlas en puntos de acceso Wi-Fi.
La iniciativa, que está ahora en manos de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), está siendo probada en Río de Janeiro, para lo cual se seleccionaron algunos teléfonos públicos de la ciudad carioca.
Como los teléfonos públicos tienen muy poco uso debido al avance de la telefonía móvil, el proyecto busca reconvertirlos.
Hasta acá todo muy bien. Ahora, y como siempre, viene la pregunta del millón de dólares. ¿Qué modelo de negocio permite la cobranza del servicio, y a qué precio?
Los técnicos de la Anatel ya le sacaron punta al lápiz.