Las tecnologías digitales, los smartphones, las tablets, las redes de banda ancha que soportan el cloud computing, y uso de las redes sociales tienen un impacto sobre la economía global de 400 billones de dólares, reduciendo el desempleo en un 0,84% e incrementando la renta per cápita en un 0,6 %.
El informe Global Information Technology Report 2012: Living in a Hyperconnected World, realizado por Booz & Company durante seis años en 150 países y publicado junto con el World Economic Forum, concluye que mayores índices de digitalización suponen un mayor desarrollo. También aumentan la transparencia política, la participación y el bienestar social, y mejora la calidad de vida de los ciudadanos. “Las nuevas tecnologías de la información y comunicación, están permitiendo que empresas, industrias e incluso gobiernos “migren” sus relaciones analógicas con clientes, productos, servicios y ciudadanos a nuevos modelos basados en un contacto on line y en un espacio de constante intercambio de información”, asegura José Antonio Tortosa, vicepresidente de Booz & Company en España.
El impacto de la digitalización sobre el desarrollo económico contribuye al crecimiento de la renta per cápita, el aumento del empleo y al desarrollo de la innovación. El estudio observó que un incremento del 10% en el desarrollo de la digitalización supone un crecimiento del 0,6 % de la renta per cápita, en comparación a los datos previos basados solamente en la implantación de la banda ancha, cuyo crecimiento en idéntica proporción, el 10%, supone un aumento de la renta per cápita del 0,16 al 0,25 %.
El impacto sobre el empleo también es significativo. Un aumentodel10% en la digitalización reduce el desempleo en un 0,84%. “Durante los dos últimos años se calcula que, gracias la digitalización, se han creado 19 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Este hecho es especialmente importante en economías emergentes, que necesitan crear cientos de miles de empleos en la próxima década para asegurar que los más jóvenes puedan contribuir al desarrollo de las economías de su país”, asegura Tortosa. El progreso en la digitalización de un país va de la mano de la innovación. “El incremento del 10% en digitalización se traduce en una mejora de seis puntos en el índice Global de Innovación”, puntualiza Tortosa.
El estudio añade que el impacto de la digitalización sobre la sociedad se mide en dos niveles: la calidad de vida y el bienestar social. Esta variable se produce antes en los países más desarrollados, y se retrasa en los terceros países hasta que las necesidades básicas de la población están cubiertas. ”El aumento de la digitalización mejora el acceso a los servicios sociales. En la medida que un país se digitaliza mejora la educación y la sanidad, lo que aumenta el nivel de vida, con mayor incidencia en países menos desarrollados o en vías de desarrollo”, añade José Arias, vicepresidente de Booz & Company en España.
La eficacia de los sistemas de gobierno en relación con el desarrollo de la digitalización es el último punto analizado por el estudio. El impacto de la digitalización aumenta la transparencia social, e incrementa la participación social, permitiendo que la información fluya y sea más accesible. La digitalización permite, además, un mayor conocimiento de las funciones políticas y gubernamentales, lo que facilita la participación y el desarrollo de los derechos humanos.