El presidente ecuatoriano aseguró que los medios serán su principal rival en las próximas elecciones generales que se celebrarán el 17 de febrero de 2013.
A Rafael Correa no le gusta la prensa independiente de su país. Muestras hay de sobra. Ahora, y tras decir que será su gran rival en las próximas elecciones, acusó a la prensa de estar involucrada en una campaña de desprestigio en su contra.
"El gran rival en las próximas elecciones no serán las supuestas izquierdas (en referencia a la coalición de partidos de esa tendencia), entre todos no hacen uno, no serán la supuesta derecha... va a ser la prensa corrupta que en su falta de ética hará lo imposible para ver si nos hacen perder las elecciones", señaló el mandatario en su informe semanal de labores.
Correa sostuvo que los medios opositores pierden el tiempo en su intención de que el oficialismo pierda los comicios venideros.
Lejos de ahorrar elogios, Correa afirmó que la "miseria humana" de la prensa la llevó a emprender una campaña para desprestigiar al Gobierno con el ánimo de restarle votos en las próximas elecciones, que, si bien el mandatario aún no confirmó su participación, los analistas locales dan por hecho que él será el candidato oficialista.
En ese sentido, advirtió que pese a la arremetida no lograrán desmoralizar a su gobierno. "No nos van a rendir, podrán doblarnos, pero no nos van a quebrar, podrán cansarnos, pero no nos van a rendir, podrán fastidiarnos, pero no nos van a desmoralizar. Aquí nos encontrarán llenos de integridad, de verdad, de fe en lo que estamos haciendo", añadió Correa.
El jefe de Estado denunció que todo esto es parte de una persecución de la prensa, a la que cuestionó por escandalizar al país con reportajes contra funcionarios de su gobierno a los que se involucró en supuestos actos de corrupción no comprobados.
"Hay formas fáciles de escandalizar, manipulan todo. ¿Donde están los juicios?, ¿la ilegalidad?", preguntó y recalcó que lo que hicieron es caer "en el ridículo".
"Esa es la mala fe que tenemos que enfrentar día a día, el abuso del poder mediático, porque no lograron someternos". Enseguida arriesgó que esa campaña en su contra hizo que la prensa pierda credibilidad y su Gobierno logre mayor popularidad.
Lo cierto es que Correa goza de un fuerte apoyo popular. La consultora Perfiles de Opinión hizo pública una encuesta la que muestra que el 81,7% de los ecuatorianos aprueba la gestión del mandatario, a pesar de llevar en el poder cinco años y medio.