Hecha la ley, hecha la trampa. Y en internet, con su crecimiento imparable, no se hace más que poner parches a las “trampas” que los usuarios encuentran, sobre todo en las redes sociales. Y es que si hace unos días destacábamos la existencia de agencias que venden paquetes de seguidores y amigos en Twitter y Facebook, ahora son las asociaciones de chefs y cocineros quienes denuncian el tráfico de recomendaciones y comentarios sobre restaurantes y otros establecimientos a través de internet.
Los países europeos han sacado las uñas contra este tipo de manipulación a través de la web. Señalan que buscadores de restaurantes y hoteles como TripAdvisor podrían estar aumentando la reputación de locales a cambio de acuerdos favorables o directamente vendiendo comentarios por paquetes. Las distintas comunidades de hoteleros y restauradores de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido se han proclamado al respecto, dejando claro que no lo van a permitir.
El portal norteamericano - con presencia en 39 países y 69 millones de usuarios al mes- se defiende asegurando aplicar más de 25 filtros y tener una red de detectives internacionales que verifican las informaciones aportadas por los usuarios en sus comentarios. Pero lo cierto es que el año pasado, el Tribunal de comercio de París condenó a Hotels.com, Expedia y TripAdvisor (que surgieron de la misma matriz) a una multa de 300.000 euros por utilizar “estrategias engañosas” para aumentar los ingresos de algunos hoteles.
Sugerir otros alojamientos con mejores acuerdos comerciales, dar teléfonos incorrectos de los hoteles para obligar a reservar desde su web o anunciar falsos códigos promocionales son algunas de las prácticas fraudulentas que se les imputaron en ese momento.
Ahora, la compañía ha anunciado la colaboración con TrustYou, una empresa de gestión de la reputación online para la industria hotelera que pretende devolver la confianza de los usuarios en los comentarios de la web.
Los hoteleros y restauradores se quejan también del abuso por parte de los usuarios a la hora de comentar sobre sus experiencias. Algunos incluso amenazan con difamar el local si no reciben algún tipo de descuento. Algunos cocineros italianos ya exigen que se tomen medidas para comentar como adjuntar la factura del restaurante para verificar su autenticidad.