Este movimiento le permite al grupo paraguayo no sólo intervenir en el negocio de la televisión, sino también fortalecer la infraestructura de Tigo, la marca líder de telefonía móvil, propiedad de Milicom. La operación, que ahora deberá ser aprobada por las autoridades, y que involucra a 120 mil abonados se cerró por 150 millones de dólares. Por qué vendió Clarín.
Millicom acordó con el grupo argentino Clarín la compra de la totalidad del paquete accionarial de Cablevisión Paraguay, el principal operador de televisión de pago en ese país. Por este acuerdo, Millicom se hizo con los 120 mil abonados de la cablera y alivió su cartera al sacar de ella los 150 millones de dólares acordados. Este precio cotiza a cada abonado de Cablevisión Paraguay en 1.250 dólares. De aprobarse la transacción por parte de las autoridades de aquél país, Cablevisión Paraguay aportará no sólo su negocio de televisión sino también su infraestructura a Tigo, la marca de telefonía móvil líder de aquél país propiedad de Millicom.
Asimismo, el acuerdo contempla la transferencia de los derechos sobre Teledeportes y Unicanal, según informó la prensa local.
Para el consultor argentino Enrique Carrier, a primera vista resulta llamativo que Cablevisión venda sus operaciones en Paraguay siendo que se trata del líder claro en el negocio de televisión de pago en ese país. “Pero el timing no podría ser mejor, ya que su futuro estaba comprometido por las dificultades para ofrecer servicios móviles así como por el ingreso de las telecos al negocio de la televisión”, afirma Carrier.
El experto destaca que si bien no existen en Paraguay limitaciones legales para que telecos den servicios de televisión fue sólo recientemente que el Gobierno paraguayo entregó licencias a los operadores móviles Claro, Personal y Tigo.
“Ante el ingreso de estos competidores al negocio de la televisión, Cablevisión sólo podría mantener su sólida posición en el futuro contando con servicios móviles. La falta de espectro disponible sólo dejaba la opción de asociarse con algún operador móvil existente, preferentemente con un intercambio de acciones con un operador móvil. Y si bien hubo conversaciones con casi todos los actores del sector de aquél país, no se llegó a ningún acuerdo”, explica Carrier la lógica seguida por los directivos del Grupo Clarín.
Y no sólo la explica, también la apoya: “Así, lo más sabio era retirarse con Cablevisión en su punto más alto en vez de esperar a que la competencia de los operadores móviles en el negocio de la televisión comenzara a esmerilar su desempeño”.
“Este caso sirve para demostrar la relevancia que tiene dentro de la política de regulación de las telecomunicaciones el manejo del espectro, un recurso escaso que es clave en el presente y futuro de la industria. Esto hace que aquellos que se ven favorecidos por el otorgamiento del mismo para brindar servicios móviles tienen una ventaja competitiva que puede terminar siendo irremontable”, explica el analista.