El pasado martes, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recibió el premio “Rodolfo Walsh” que otorga la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, “por su aportación a la comunicación popular y a la democracia”. Al recibir el galardón, Chávez habló de “un mundo al revés” . Con esta frase, el mandatario bolivariano se referió a la “dictadura mediática” que imponen “los grandes medios de comunicación o, más bien, de manipulación”.
El venezolano no habló de la denuncia al bloqueo sufrido el domingo anterior por el diario Clarín, que le impidió estar en los quioscos ese día. Tampoco del bloqueo parcial que sufrió La Nación, también ese mismo domingo. Ambos ataques a la libertad de prensa fueron protagonizados por el sindicato de Camioneros de Hugo Moyano, secretario general de la CGT y principal aliado de la presidenta Cristina Kirchner, quien estuvo presente en el acto acompañando al único socio político que tiene en el mundo.
Por su parte, a las autoridades de la universidad, una de las más prestigiosas de Argentina, no les preocupó premiar al mandatario bolivariano por el único mérito que ostensiblemente no tiene: promover la libre circulación de la información. Depredó, más bien, cualquier noción de la prensa libre con cierres de radios, persecución y cárcel para periodistas, intervención de canales de televisión y censura directa en diarios que no controla, tal como señaló el periodista Joaquín Morales Sola, columnista político de La Nación y ganador con anterioridad del “Rodolfo Walsh”.
Pero si ya con la sola mención de lo sucedido en el país 48 horas antes mas con el añadido de los antecedentes de Chávez en la materia no eran motivos mas que suficientes para esconderse debajo de las butacas, el surrealismo llegó a su máxima expresión cuando los asistentes al acto entonaron el himno del kirchnerismo: “Tomala a vos, damela a mí, el que no salta, es de Clarín ”. Hugo Chávez oyó tan bellas estrofas y, quizás por su sangre caribeña, no lo dudó y se dejó llevar por el ritmo. Con una sonrisa cómplice, según relata Clarín, en su rostro comenzó a brincar sobre el escenario montado frente a la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
El rector de la Universidad platense, el radical Fernando Tauber, no participó del acto por no estar de acuerdo con la distinción. Para evitar un papelón institucional, el bache se salvó con una invitación de apuro a Chávez para que concurra a la sede del rectorado, previo a la ceremonia en Periodismo.
Tauber se lo perdió: presenciar un ataque a un medio de comunicación en el acto de entrega de un galardón inspirado en la defensa de la libertad de expresión. “Un mundo al revés”.