El semanario británico ‘The Economist’ ha superado la cifra de 1,6 millones de copias vendidas en el mundo de las que el 75% proceden de suscripción de pago en formato impreso o digital, según ha recogido el portal Strategyeyedigitalmedia en una entrevista realizada a Oscar Grut, responsable de la estrategia digital de la prestigiosa revista anglosajona.
En una entrevista realizada por el portal Strategyeyedigitalmedia al responsable de estrategia digital para ‘The Economist’, Oscar Grut, se ha publicado una interesante apreciación sobre la transición de la edición impresa al formato digital que ha realizado el semanario británico y que a diferencia de la mayoría de publicaciones especializadas ha visto incrementada su tirada.
A pesar de la crisis sistémica existente en los medios de comunicación, Oscar Grut afirma que “la edición digital de ‘The Economist’ con sus aplicaciones para los dispositivos Iphone y Ipad además de su adaptación al sistema operativo Android de Google, ha generado un aumento de ventas en la edición impresa en la última década por lo que la web es fundamental para impulsar el negocio”.
Los usuarios independientemente de la edad o la geografía necesitan una experiencia de lectura en profundidad y la web lo proporciona además de fomentar la interacción social de los individuos que situa a Internet como punto de encuentro. Ello ha supuesto que “se duplique la circulación en los últimos 10 años porque la web es aditiva para el negocio”, según matiza Grut.
La suscripción a la edición digital del semanario ha crecido en más del 50% en el último ejercicio trimestral de 2012 respecto a la cifra anterior y se espera un fuerte crecimiento en los próximos dos años, según la información publicada por un portal web británico. Actualmente, 600.000 visitantes únicos utilizan las aplicaciones de la revista anglosajona y 100.000 suscriptores pagan por su versión digital.
Modelo de negocio
Los ingresos de Economist.com provienen en su mayoría de la publicidad pero también por suscripción que una vez establecidos el valor, la pertinencia y el carácter distintivo de la cabecera, el usuario está dispuesto a pagar por ello. No se facilitan datos del porcentaje de ingresos de la edición digital.
“La publicación ‘The Economist’ no juega en el espacio de noticias sino en el negocio del análisis realizado por una excelente redacción que entiende el fenómeno de inteligencia de masas aunque la dura competencia son los medios de comunicación que publican información gratuita en la Red”, matiza finalmente Grut.