Joe Kraus, socio de Google Ventures, está preocupado porque asegura tener una “relación enfermiza” con su móvil que le hace estar cada vez más distraído. Intuye que no solo le sucede a él, sino que a la mayoría de la sociedad ve cómo cada vez es más complicado relacionarse con otras personas por culpa de las incesantes demandas de los teléfonos móviles y medios sociales, por no hablar deL correo electrónico y otras formas de distracción. Por eso, Kraus quiere apartar este modelo y apostar por lo que él ha denominado “tecnología lenta”.
“Podemos pensar que estamos consiguiendo cosas, realizado multitarea, pero los estudios del cerebro muestran que la multitarea es un mito, y en realidad estamos tratando de hacer demasiadas cosas al mismo tiempo y sobrecargamos la capacidad de nuestro cerebro para concentrarse”, explica. Kraus no es, en cualquier caso, el primero en hacer una reflexión de este tipo. La socióloga Sherry Turkle escribió ya hace tiempo que Internet fomenta un tipo de intimidad falsa.
El experto Mathew Ingram duda, sin embargo, de que la situación sea tan catastrófica. “Soy el primero en estar de acuerdo en que el tiempo que se pasa sin un teléfono o una tableta es una cosa valiosa, pero ¿es esto realmente un desastre social que está a punto de ocurrir? ¿Nos está cambiando a nosotros y a nuestros cerebros para peor? Tengo mis dudas al respecto", indica en un artículo en GigaOm.
Ingram reconoce que la tecnología y la abundancia de información están transformando la sociedad. “Pero eso no quiere decir que vayamos a peor. Muchos de los que critican Internet reconocen luego que les gusta ser bombardeados con datos porque eso produce combinaciones maravillosas en las ideas”, asegura. Matiza, no obstante, que no todas las personas son iguales y que a unas les cuesta mucho más que a otras consumir diversas fuentes de información. “En cualquier caso, todo en su punto medio es bueno: el flujo de información aleatoria que recibimos cuando estamos online puede ser una fuente de inspiración. ¿Por qué salir a pasear tiene que ser más inspirador que navegar por el Tumblr de un amigo?”, reflexiona.
El autor subraya que, en cualquier caso, existe la necesidad de moderarse en el uso de Internet y de la información, pero resalta un hecho: “Uno de los dispositivos que históricamente se ha llevado la mayoría de las críticas de los estudiosos y teólogos por su efecto corruptor sobre la humanidad se llama el libro. Si somos capaces de darnos cuenta de eso, estoy seguro de que podemos encontrar la manera de manejar los teléfonos móviles y la información en Internet”.