La multinacional japonesa está desarrollando una estrategia con foco en los mercados emergentes, entre los que sobresale el gigante sudamericano. El objetivo es posicionarse como una empresa de software y no solo como proveedora de equipos para el sector de telefonía.
A vueltas con el repetido dicho “todo tiempo pasado fue mejor”, NEC tiene claro que, al menos en su caso, y más específicamente en Brasil, esta máxima se cumple a rajatabla. La multi nipona aspira generar un volumen de negocios similar al de los años noventa, cuando facturaba cinco veces más que en la actualidad. Y no se debe sólo al deseo de recobrar el músculo perdido, sino también a una necesidad: en el ejercicio pasado sus negocios se vieron afectados por el terremoto seguido de tsunami, por cambios en China y la desaceleración de la economía europea. Listado de catástrofes que le provocó pérdidas por 1.300 millones de dólares.
Así las cosas, y con la idea de ir ganando peso en el mercado brasileño, sus principales ejecutivos están continuamente analizando compras de empresas locales del sector de la tecnología de la información (TI). Este empuje comprador se acentuó desde que Takayuki Morita pasó a ocupar la poltrona reservada al vicepresidente de Negocios Internacionales. Su firma ya avaló cheques para la compra de empresas TI en Estados Unidos, Australia y Argentina. Sólo en Brasil, asegura Valor, la empresa está dispuesta a gastar otros 780 millones de dólares, cifra que representa la suma de las inversiones llevadas a cabo en los tres países precedentes.
Morita, desde su oficina en Tokio, se muestra muy insatisfecho por los ingresos - 400 millones de reales, esto es,154,5 millones de euros – estancados desde hace ya varios ejercicios, cuando en los noventa NEC facturaba en Brasil más de dos mil millones de reales (772 millones de euros, al cambio actual).
Morita sabe que su apuesta no es menor. No se trata, de por sí nada fácil, multiplicar por cinco su facturación, sino también de cambiar la estructura productiva y comercial de la filial brasileña. Sucede, explica Valor, que el 60% de los ingresos de NEC provienen de la provisión de equipos para las telecos, mientras que para el futuro la compañía quiere incrementar su participación en el sector del software y de ciudades inteligentes, como la que está levantando en Pernambuco en sociedad con Odebrecht.
Con todo, en el área operadoras, NEC negocia la provisión de equipamiento para la provisión de la red de 4G de telefonía móvil, donde se las tendrá que ver con los chinos. Nada fácil, por cierto.