El caso Watergate cumple estos días 40 años, pero el periódico que destapó el escándalo, el “Washington Post”, no parece estar para muchas celebraciones. El diario estadounidense ha tenido pérdidas en 13 de los últimos 15 trimestres, durante los cuales se ha dejado por el camino cerca de 412 millones de dólares, según los datos recogidos por el periódico británico “The Guardian”. Los datos del último trimestre reflejan, además, una pérdida de 23 millones de dólares y una caída del 7% de los ingresos. “El “Washington Post” es una sombra de sí mismo”, resume Peter Preston en “The Guardian”.
Uno de los principales problemas del diario es que su versión online no está funcionando como se esperaba, a pesar de que no está apostando por el muro de pago, a diferencia de otros grandes medios como “The New York Times”. La publicidad impresa ha descendido en un 53% desde 2006 y la digital está muy lejos de despegar: ha caído cerca de un 8%. Los recortes de personal se han sucedido y, de hecho, los tres periodistas que ganaron el Pulitzer en 2006 - Dana Priest, David Finkel y Carol Leonnig - tuvieron que renunciar recientemente a su puesto antes de ser despedidos por los ajustes. En los tres últimos años, cerca de 200 personas han abandonado la empresa.
La situación es tan delicada que los editores del “Post” empiezan a replantearse su postura frente a los muros de pago, especialmente tras comprobar el éxito que está teniendo el del “New York Times”, que cuenta con cerca de 60 millones de visitantes únicos al mes, por los 25 del “Post”. Hasta hace poco, veían una buena una opción resistirse a levantar un paywall, en contra de la tendencia en los Estados Unidos, para conseguir convertirse en una referencia del periodismo gratuito en Internet.
Steve Hills, presidente de Washington Post Media, calificó a la caída del periódico de "desaceleración temporal" en una economía débil. El experto Ryan Chittum va más allá y se pregunta si los editores del diario no deberían apostar por contenidos de pago: “El paywall del “New York Times” ha demostrado cómo se puede atraer decenas de millones de dólares que ayudarían a apuntalar la impresión y los anuncios on-line." Clay Shirky, profesor de la Universidad de Nueva York, apoya esa tesis: “El diario debe atender a sus lectores más fieles a través de un servicio de suscripción digital al estilo del que el “New York Times” ha implantado”. El diario neoyorkino cobra por acceder a sus contenidos a partir del décimo artículo publicado.
Lo que parece claro es que los directivos del “Post” trabajan ya para cambiar la forma en la que el diario trabaja en Internet, después de que Hills reconociera que la caída del periódico se debe también a “un problema de tecnología relacionado con cómo se publica el contenido en sus sitios web”.