Mientras el presidente ecuatoriano está evaluando que los ministros no den entrevistas a los medios de comunicación privados, el mandatario mexicano busca fortalecer el rol de la prensa.
Rafael Correa tiene una particular visión seguramente en muchos temas, pero no cabe duda de que la que tiene de las empresas de medios de comunicación es, cuanto menos, curiosa. Esta reflexión viene a cuento de la medida que está pensando implementar: que los ministros no acepten entrevistas de medios privados con fines de lucro porque considera que ello beneficiaría al bolsillo de ciertas familias.
Correa reveló que están haciendo una reflexión en el Gobierno sobre a qué medios otorgarles una entrevista. "¿Por qué tenemos que ir a dar entrevistas, por qué nuestros ministros tienen que ir a dar entrevistas en Ecuavisa, en Teleamazonas, El Universo, sin son negocios privados?". Correa continuó preguntándose a sí mismo: "¿Acaso con eso no estamos contribuyendo a llenarse el bolsillo de las seis familias que dominan los medios de comunicación a nivel nacional?".
Para el presidente ecuatoriano, la probable medida de marginar a ciertos medios no se puede tomar como un ataque a la libertad de expresión, ya que se trata “de un atentado al bolsillo de unos cuantos”.
Con tantas preguntas, Correa obliga a formular un interrogante que, a esta altura de la humanidad, daría la impresión de tratarse de una broma sin gracia: ¿Acaso las empresas periodísticas no se mueven por el lucro, como cualquier otra compañía que actúa en otro rubro de la economía? ¿O hay otro motivo que el meramente lucrativo?.
Posiblemente. Hace dos semanas, Correa instó a la ciudadanía a no comprar la "prensa corrupta" como un mecanismo para contribuir con su proyecto político llamado “Revolución Ciudadana”. Todo lo que no entra en el relato oficial se elimina o al menos se trata de ahogar al mensajero para, siguiendo el razonamiento del ecuatoriano, que no siga conspirando contra la única verdad, la de él, claro está.
Por esas mismas horas, el mexicano Felipe Calderón sostuvo que México necesita medios de comunicación fuertes e independientes que investiguen con seriedad y responsabilidad, y señalen con claridad a aquellos que están actuando desde el gobierno o la sociedad contra el país.
Calderón subrayó que el país no quiere medios que generen actos equivalentes de corrupción donde la verdad de información esté, también, sujeta a transacción económica. En última instancia, demandó empresas que honren códigos de ética.
Los relatos oficiales son otra cosa. Rafael Correa, Cristina Fernández de Kirchner y el español Mariano Rajoy, lo saben muy bien.