Esta es la pregunta que deben hacerse no solamente los periodistas sino también todo profesional, todo empresario. De esta autoevaluación depende su futuro. Pero la interrogante va mucho más allá de las habilidades en nuevas tecnologías, de la mera tecnoadicción, del uso de la informática, las tabletas o los móviles inteligentes o las redes sociales. Un “friky” puede ser un ignorante digital oceánico.
El excelente informe “Project for Excellence in Journalism” elaborado por Pew Research Centre sobre el futuro de los medios y la transición digital, destaca entre sus conclusiones que los directivos de medios entrevistados coincidían en señalar que la mayor dificultad que encontraban a la hora de llevar el timón en medio de la enorme crisis generalizada consistía en la dificultad de encontrar periodistas, directores comerciales y de marketing, con cultura y habilidades digitales. Hace pocos días, Jonh Paton, presidente del potente grupo Digital First Media y uno de los que más saben de esto, replicaba: “la mayor amenaza para el periodismo y los medios no es Internet o la transición digital, sino los patrones y directivos nulos, que no asumen riesgos”. La cultura digital es riesgo, innovación, prueba y error sistemático.
-Cultura digital es entender el sentido de la tecnología, que Internet no es un medio más sino el nuevo ecosistema, que implica un paradigma radicalmente innovador, que genera burbujas pero no es una burbuja, que crea modas pasajeras, pero ¡pobre del que crea que la Red es solo una moda!
-Cultura digital es repensar tu negocio y tu profesión a la nueva luz, que tiende a laminar a los intermediarios que no crean valor, que implica centrar el núcleo de la creación de riqueza en el conocimiento y su manejo, que desmaterializa las fuentes de poder, que democratiza lo inmaterial, refunda la cultura de la propiedad, también y muy principalmente la intelectual.
-Cultura digital es aprender a ser colaborativos, usar la inteligencia masiva, trabajar en red, conectados no solo por Internet, sino por la mente colectiva emergente, marcando nuevas fronteras entre los privado y lo público, deshaciendo muchas alambradas analógicas.
-Cultura digital es que tu idioma no solo sean las palabras, si eres periodista y también si no lo eres. El periodista debe rediseñar la arquitectura de la información, tener mentalidad multimedia, sensibilidad icónica, mirando y mirándose en las redes sociales. Debe gestionar su carrera como una marca personal, que su trabajo sea valioso, fiable y deseable. Buscar menos la nómina de un gran medio y más el autoempleo, donde la posibilidad de estar en el paro se diluye.
-Cultura digital es entender que la calle es ahora la Red, aprender a transitarla con los ojos muy abiertos, como hacen los buenos viajeros, los buenos fotógrafos, los buenos escritores, los buenos periodistas.
-Cultura digital es enfrentarse a la era de la hiperabundancia primando la calidad sobre la cantidad, el análisis sobre la noticia desnuda, el contexto sobre el texto, la notica de ayer sobre la perspectiva de mañana, la prospectiva informativa, la inteligencia económica o política.
-Cultura digital es entender que tu negocio se volverá obsoleto, hagas lo que hagas, vino, automóviles o asesoría o información, si no interactúas con la inteligencia colectiva, si no vendes y te vendes con las nuevas tecnologías, si no aprendes a reducir tus costes con las ventajas digitales.
-Cultura digital es ser directivo de medios de comunicación y no centrarte solo en reducir costes, centrándote más bien en asumir riesgos, fomentando a tope la innovación sistemática, desterrando la soberbia del monopolio analógico, externalizando redacciones como han hecho antes casi todos los sectores y negocios, convirtiendo tus medios en escaparates de marcas personales, nichos, oportunidades y contenidos útiles, pero también apasionantes, creados por profesionales apasionados.