El país, con un mercado de 80 millones de personas online en acelerada expansión, está transformándose en una nueva frontera para inversores de capital de riesgo y empresas de Internet. Esa lluvia de dólares podría estar comenzando a inflar los precios de los emprendimientos hasta un 40%, para algunos.
Facebook triplicó el año pasado sus usuarios en Brasil, hoy su tercer mayor mercado. Netflix busca seducir a los brasileños con sus películas online y Amazon irrumpirá este año en la economía más grande de América Latina, según fuentes del sector.
"Hay definitivamente una mayor conciencia sobre Brasil tanto por parte de compañías internacionales de internet como respecto a empresas que se están construyendo aquí", dijo Dave Goldberg, presidente ejecutivo de sitio de encuestas online SurveyMonkey, uno de los últimos en desembarcar, a la agencia Reuters.
"La gente empieza a ver que existe una muy buena colección de empresas con escala y eso entusiasma a los inversores", dijo a Reuters, poniendo como ejemplo al sitio de compras colectivas Peixe Urbano, el comparador de precios Buscapé o el minorista de calzado NetShoes.
Inversores y empresas buscan oportunidades de poner un pie en un mercado que mueve 13 mil millones de dólares anuales en negocios online con una penetración de Internet de apenas 40%, la mitad que Estados Unidos.
El apetito por inversiones de riesgo es alimentado por la rápida expansión de una clase media ansiosa por smartphones y por recortes de las tasas de interés, dijo Haroldo Korte, del fondo europeo Atomico con 11 millones de dólares en Brasil.
SurveyMonkey calcula que en apenas dos años Brasil podría convertirse en su mayor mercado de habla no inglesa. Y no es el único.
Goldberg se tropezó recientemente en un restaurante de Sao Paulo con Brian Chesky, el presidente ejecutivo del sitio de alquiler de inmuebles Airbnb que espera aprovechar la demanda para la Copa Mundial del 2014.
"La economía brasileña está creciendo muy rápido y vemos una explosión del turismo. Es un sitio muy importante donde estar", dijo Chesky a Reuters.
¿Burbuja de precios?
Hay pocos números sobre la entrada de efectivo en startups, o nuevos emprendimientos de tecnología financiados con capital de riesgo, de Brasil. Pero una base de datos compilada por Diego Gomes, blogger y creador de la firma de análisis de contenido Everwrite, enumera 45 startups brasileños con captaciones en el 2011, contra 17 en el 2010 y apenas seis en el 2009.
El dinero viene de fondos estadounidenses como Benchmark Capital, Tiger Global o Redpoint Ventures, europeos como Atomico y también latinoamericanos como el argentino Kaszek Ventures o el brasileño Monashees Capital.
"A comienzos del 2010 ningún fondo de venture capital extranjero había invertido en Brasil. Ahora hay más de una docena, los mayores del mundo, que están desesperados buscando inversiones aquí", dijo Julio Vasconcellos, presidente ejecutivo de Peixe Urbano, uno de los startups más exitosos de Brasil.
Peixe Urbano recibió en enero un aporte no revelado de Morgan Stanley Investment Management y T. Rowe Price Associates, el tercero en poco más de un año.
En los últimos 12 meses Redpoint inyectó 19 millones de dólares en el sitio de reservas ViajaNet, Atomico metió 8,7 millones de dólares en el de autopiezas Connectparts y Tiger y Monashees colocaron 4,4 millones de dólares en el sitio de artículos de bebés Baby.com.br. Y eso por mencionar algunas de las pocas empresas que divulgaron las cifras.
Además de un exceso de liquidez, los valores están siendo presionados por la apreciación del real y por problemas endémicos como la falta de programadores y estructuras de servicios para apoyar del despegue de los startups.
"Si entra mucho capital sin que todas esas cosas estén en su lugar vamos a ver valores por encima de lo debido (...) Algunas personas creen que eso ya está ocurriendo, que las valuaciones están comenzando a escapar de control", dijo Goldberg.
Mariano Gomide, presidente de la conferencia brasileña de comercio electrónico E-merging, calcula por ejemplo que los activos brasileños están sobrevaluados entre 30% y 40%.
"Existe una burbuja", dijo el emprendedor "Hay una liquidez por encima de lo necesario, que está generando problemas para la industria. En la práctica las empresas comenzaron a perder foco en sus negocios y pasaron a centrarse en prepararse para recibir inversiones".
Con todo,para los inversores la industria es hoy más madura que en el 2000, cuando reventó la burbuja de Internet. "Es claro que cuanto mayor es la oferta los negocios pueden volverse un poco más caros. Pero nadie está dispuesto a pagar precios muy superiores al valor de los activos bajo riesgo de no tener retorno", dijo el presidente de la Asociación Brasileña de Venture Capital, Clovis Meurer.
Kaszek Capital, un fondo de unos100 millones de dólares que ha invertido en 16 startups en América Latina, más de la mitad en Brasil, dice que los precios son aún razonables.
Pero como todo lo que reluce no es oro, incluso en la industria de Internet, los inversores parecen más preocupados con el déficit de capital humano, especialmente programadores e ingenieros, un problema que afecta toda la cadena productiva de Brasil y que podría enlentecer el desarrollo de la industria.
Por lo pronto los emprendedores en centros de tecnología surgidos en ciudades como Recife o Belo Horizonte ienen ahora un nuevo héroe: Mike Krieger, el brasileño que desarrolló la aplicación de fotos Instagram por la que Facebook acaba de pagar mil millones de dólares.