Europa debe competir en innovación con Estados Unidos y China, y España con todos. Los 90.000 millones de euros del 8º programa marco, Horizonte 2020, es imprescindible para lograrlo. Mulet cuenta la forma de utilizarlo en todos los sectores.
¿Cuáles son las novedades europeas para promover la innovación?
Bruselas ha dotado al 8º programa marco 2014-2020 con un fondo cercano a los 90.000 millones de euros, un 65% más que el anterior. Más importante que el aumento económico es que contempla la innovación por primera vez con lo que se acerca al mercado, algo que pedíamos desde hacía tiempo. El 7º programa marco se quedaba en la investigación precompetitiva, el ciclo de investigación, desarrollo y demostración.
¿Que significará en la práctica la inclusión de la innovación?
Ayudará a que investigaciones financiadas con dinero comunitario tengan consecuencias inmediatas, las empresas europeas serán más competitivas en el mundo. Es fundamental para tener productos y servicios que puedan venderse bien en el mercado global, tanto en los países ricos como en los emergentes.
Las empresas estadounidenses son las principales competidores de las europeas y, cada vez más, las chinas. También empiezan a serlo las de otros países emergentes, como India y Brasil.
¿Cómo repercutirá el 8º programa marco en la economía española?
Todo el mundo dice que en España no habrá dinero para innovación y habrá que acudir al programa marco para realizarla. Es importante saber la forma de participar en él. Las PYME deben ir al Ministerio para conocerlo, ver como van a cambiar las modalidades de subvención, y las formas de acceder a ellas.
Todavía nos mantenemos en innovación porque tenemos una base robusta, pero la crisis de inversión empieza a caer. Se mantienen los gastos de actividad, y se está paralizando la inversión nueva. Las empresas que más sufren son las que tienen de 10 a 49 empleados, han dejado de hacer I+D.
¿Tenemos empresas innovadoras?
La innovación no está solo en la biotecnología, también está en la tecnología de los procesos y de los materiales. Si queremos ser competitivos en sectores tradicionales que suponen la mayor parte de los puestos de trabajo debemos utilizar la tecnología para hacer productos mas avanzados.
Hay nichos en sectores tradicionales que pueden aumentar su competitividad con tecnología e innovación. Somos competitivos en el calzado de alta gama, y con tecnología se puede mejorar el diseño y los materiales, el diseño es innovación. En el sector alimentario, podemos lograr alimentos funcionales con innovación o alargar su fecha de caducidad.
¿Competimos bien en los sectores más tecnológicos?
En TICS nos ha pasado el tren, aunque quedan nichos como juegos de ordenador y criptografía en los que si competimos. No podremos hacerlo en los móviles.
En nanotecnología y en biotecnología estamos muy lejos del mercado mundial. Y debemos hacer un esfuerzo porque son sectores muy verdes y los del futuro. Precisamente por ser tan de futuro podríamos posicionarnos, y no podemos descartar el que haya empresas que lo hagan. Tenemos empresas punteras en biotecnología, pero son pequeñas. 1095 empresas españolas realizan actividades de biotecnología, emplean a 148.648 trabajadores, y realizaron una cifra de negocio de 53.000 millones de euros en 2009. 400 de ellas se dedican solo a la biotecnología, o es su actividad principal. Es una buena base de partida, el problema es que no hay negocio. No tienen producto porque están en fase de investigación, realizan plusvalías, y necesitan apoyo.
¿Y en el sector turismo, que es el principal español?
Tienen poco definida la innovación. Debe aumentar el confort de los hoteles con recursos tecnológicos, o explotar todo el patrimonio histórico a través de Internet. La innovación en patrimonio es gestionarlo para que sea sostenible, saber lo que nos interesa conservar, y venderlo. La innovación es imprescindible en todos los sectores para aumentar su competitividad.