Llega el reto de la rentabilidad de la inversión en redes ultrarrápidas. Por si fuera poco la caída del consumo, las operadoras deben lanzar servicios gratuitos canibalizando a sus tradicionales servicios de voz y datos antes de que se los coma un tercero. Se impone la fidelización de clientes. Los gratuitos Whatsapp, Viber o Skype están hundiendo la facturación por SMS y voz de una forma dramática.
La factura por SMS, considerado como el huevo de Colón de las operadoras, ha caído de un 60 a un 80% entre los dueños de smartphones europeos en seis meses, según el informe Telecommunications Outlook 2012+ de Booz&Company. Es la pescadilla que se muerde la cola, los smartphones solo tienen sentido si van ligados a una tarifa plana de datos, y quien la tiene quiere rentabilizarla comunicándose por Whastapp, Viber o Skype.
“El reto al que se enfrentan los operadores es el de la rentabilidad. Para ello deben salvar la diferencia de ingresos y costes derivada de la canibalización que generan estas aplicaciones y los costes disparados por el consumo de datos y el precio de los terminales demandados. El subsidio de los terminales por parte de las operadoras no será sostenible por mucho tiempo más”, afirma José Arias, vicepresidente de Booz&Company.
Las estrategias más desarrolladas por los operadores han sido lanzar paquetes ligados a compromiso de gasto, a cambio de aumentar el consumo de minutos, mensajes y megabytes. “Esto deberá cambiar en un futuro próximo”, afirma el informe de Booz. Todos los servicios, sea voz, mensajes o vídeo, se proveerán vía IP/Datos. “Eso generará un impacto en los modelo de contrato. El concepto minuto dejará de existir. Los operadores deberán optar por servir de acceso al proveedor de servicios o convertirse en un proveedor de servicios de comunicaciones omnipresente”, señala José Antonio Tortosa, socio de Comunicaciones, Medios y Tecnología en Booz&Company.
La cuadratura del círculo será aumentar la inversión en redes fijas y móviles para responder a la ingente demanda de datos, con menores ingresos, y manteniendo la rentabilidad para no perder posiciones en los mercados, algo fundamental para acceder a financiación barata. Los operadores deberán compartir la inversión en redes fijas de fibra óptica y en las redes móviles 4G. “Deberán plantearse si quieren dar acceso a estas redes a quienes no hayan invertido en ellas”, añade Arias. Será necesario un cambio normativo si se quiere que los operadores hagan, de una vez por todas, las redes ultraveloces fijas y móviles. Es algo que se está revisando en toda Europa.