En 2001 fueron asesinados en el país azteca 11 periodistas y desaparecieron otros dos. De los reporteros muertos, cuatro son internautas. Estos números lo convierten en el lugar más peligroso de América Latina para los profesionales de los medios de comunicación. Costa Rica, la otra cara de la moneda.
Año malo 2011, para la prensa en general, pero más aún en México, el país más peligroso de la región para el desarrollo del periodismo. México vive un baño de sangre, principalmente por la guerra declarada del Gobierno a los narcos. Entre las víctimas inocentes se encuentran trabajadores de la información. Internet, con cuatro colegas muertos, mostró que la Red tiene fuerza, tanta como para molestar lo suficiente y ofrecer a nuestra familia, los periodistas, cuatro mártires.
Estos datos surgen del informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSP), presentado en Madrid. El informe añadió que desde el año 2000 son decenas los periodistas asesinados y que la situación se recrudeció, de manera que hasta una decena de profesionales tuvo que optar por el exilio ante la inactividad, e incluso complicidad, de las autoridades, en una situación cada vez más alarmante para la libertad de informar.
"En la mayoría de los casos, las investigaciones de los reporteros sobre el narcotráfico y la corrupción están relacionadas con los crímenes, y los asesinos parecen competir a ver quien logra una puesta en escena más infame", refirió la asociación.
Durante la presentación, los periodistas Rosa Isela Pérez, de Ciudad Juárez, y Aboubakr Jamaï, de Marruecos, ilustraron con sus testimonios personales el drama de ser perseguidos por ejercer su profesión, ya que ambos se vieron obligados a abandonar sus países.
En Centroamérica, la organización con sede en París observó mejoras en 2011 para la prensa en Nicaragua y El Salvador, mientras que Costa Rica desplazó a Uruguay como el país latinoamericano donde más se respeta la libertad de información.
Sin embargo, América Central y del Sur son actualmente uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo, "fundamentalmente debido a la amenaza del narcotráfico, que inutiliza, paraliza o, a veces, infiltra, la acción del Estado, pero también por la corrupción creciente del poder político local".
La triste lista comenzó en México con el doble asesinato, el 25 de marzo, en el estado de Nuevo León, del presentador de Televisa, José Luís Cerda Meléndez, de 33 años, y Luís Emanuel Ruíz Carrillo, reportero de La Prensa. Ambos fueron secuestrados al salir de las instalaciones de Televisa-Monterrey y sus cadáveres fueron descubiertos al día siguiente.