No es que los ingresos publicitarios de las principales cadenas de TV en España (y en muchos países desarrollados) se hayan contraído con la crisis general: se han desplomado literalmente. Y no parece que sea una inflexión de coyuntura, sino un cambio de modelo, en toda la cadena de valor.
La previsión inicial para el año recién terminado era de un ligero incremente. Finalmente ha sido un auténtico batacazo, que se ha ido acelerando a medida que transcurría el año. En el último trimestre ha sido la debacle, con una contracción del 15,3%. Y parece que sigue en enero, con una nueva caída del entorno del 5%. El año 2012 va a ser insostenible para muchos. Empezando por la televisiones autonómicas, cuyos agujeros son ya de vértigo. La TV valenciana, con una deuda de 1.298 millones, ha puesto en marcha un ERE que podría llegar a afectar hasta 1.800 trabajadores, como paso previo a su privatización. El último Consejo de Ministros presentó un anteproyecto de ley para externalizar servicios y privatizar cadenas. Telemadrid es una candidata firme, con una reducción previa de plantilla del orden del 30%. Le siguen la asturiana, ya condenada por Alvarez Cascos. Y la de Castilla la Mancha, etc.
Al duopolio Telecinco-Cuatro y Antena3-la Sexta, que tiene el 85% de la tarta y el 51% de la audiencia, le vienen turbulencias sin cinturón. Se acabó la sopa boba de la caja tonta. La repetición de spots “ad nausean”, el sometimiento de las audiencias al dictado vertical de los programadores y contraprogramadores con un único ojo de Polifemo sobre audiencias que compiten en descerebrar al público. Lo que viene se llama “Over The Top” (OTT) y pasa por encima de las cadenas tradicionales como el caballo de Atila. La TV que viene, que ya está ahí estará fuertemente personalizada, flexible, convergente con Internet y el mundo conectado. Mandos accionados por voz, detectores de movimiento, procesadores superpotentes. Y atención, señores: los expertos advierten que en este nuevo mundo la calidad será determinante. Inshala!!
Y los nuevos actores, los reyes de la TV inteligente, son algunos nombres que les sonarán: Google, Apple, Microsoft, Amazon, Samsung…