Las telecos ponen el foco en esa tecnología para ampliar el acceso a la Red con menores inversiones. Sus planes.
Las empresas de telecomunicaciones brasileñas se propusieron “invadir” con puntos de acceso a Wi-Fi todo tipo de espacio público, como parques, avenidas, estadios, playas. Tanto movimiento tiene sus razones. Por una parte, desde hace un tiempo venimos destacando el auge que en Brasil están teniendo los smartphones y las tabletas; pero, por otra, la red Wi-Fi se presenta como un instrumento idónea para alivianar el tráfico de las redes móviles de tercera generación (3G).
Así las cosas, TIM, según publica Valor, planea instalar diez mil hotspots WI-Fi hasta finales de 2012. Oi adquirió Vex, empresa del rubro, y está trabajando en un proyecto que transformará la banda ancha fija de sus usuarios en una conexión púbica. América Móvil, propietaria en el país de Claro, Net y Embratel está implementando una red de Internet inalámbrica en las mayores ciudades extranjeras. Telefónica, propietaria de Vivo, la empresa de telefonía líder del mercado brasileño, adoptó, de acuerdo a Valor, una postura cautelosa, aunque también trabaja en su modelo para el padrón Wi-Fi.
Rodrigo Dienstmann, director de Operadoras de Cisco, empresa proveedora que está trabajando en algunos de los proyectos Wi-Fi en marcha, asegura que en los locales de grandes superficies instalar un punto de acceso Wi-Fi puede salir hasta diez veces más barato que expandir la cobertura de 3G: “Es una cuestión de decenas de miles de dólares contra centenes de miles”.
Actualmente hay en Brasil un punto de acceso cada 50 mil habitantes, por lo que este proceso recién comienza y queda aún mucho por andar.