El Banco Mundial ha contabilizado 440.000 millones de dólares de remesas mundiales en 2010, una gran parte se realizan a través de móviles. Los inmigrantes envían efectivo a sus familias a través de SMS, germen de un modelo de banca móvil que se está extendiendo por países emergentes y poco bancarizados. Ha triunfado en toda África, Filipinas e India, ahora empieza a hacerlo en Latinoamérica. Los emigrantes mejicanos lo utilizan desde USA, añadiendo un sistema web. Colombia permite hacer 27 operaciones bancarias por el móvil. Las previsiones son desorbitadas. ¿Cuál es el modelo de negocio? ¿Qué se cuece en Latinoamérica?
La necesidad de los emigrantes de enviar dinero a sus familias fue el principio de la banca móvil por SMS. Fue la solución encontrada por los trabajadores keniatas para enviar parte de su salario desde Gran Bretaña a la familia de sus aisladas aldeas. Safaricom, el mayor operador de telefonía móvil de Kenia, respondió a la necesidad con el servicio M-Pesa para pago y transferencia de dinero vía SMS en 2007. Las comisiones deducidas de la cuenta del usuario son la base del modelo de negocio y se aplican cuando se retira efectivo o cuando se envía dinero electrónico.
M-Pesa se ha convertido en un sistema bancario completo. Con él se puede depositar y retirar dinero, hacer transferencias a otras personas, pagar facturas, pagar bienes y servicios, o recargar minutos de telefonía de Safaricom. Su asociación con Equity Bank ha permitido lanzar una cuenta de ahorro remunerada que ofrece microahorro, microcréditos y microseguros. Sube como la espuma, y en mayo de este año llegaron a 14 millones de clientes. Es fácil de usar, en un móvil se recibir la clave de recogida del dinero que puede ser retirado incluso en una tienda.
Pago de salarios. Sistemas similares a M-Pesa triunfan en países de escasa bancarización, en vías de desarrollo, y cubiertos con redes de telefonía móvil. Madagascar, Congo, Angola, Somalia, Chad o Tanzania son algunos de los países africanos con banca basada en SMS. Su fácil implantación lo está extendiendo por regiones poco bancarizadas, como India o Filipinas. En algunos de ellos se pagan salarios, pero el grueso de las operaciones es el envío de remesas de los emigrantes.
16.000 millones $ en 2015. El continente americano ha sido el último en subirse al carro, y esto hará estallar el sistema. Tienen alta penetración de móvil y escasa bancarización. Incluso en grandes ciudades, el segmento de población de menos poder adquisitivo carece de cuenta corriente o tarjetas bancarias, y tampoco las quieren. Para 2015, se estima que se enviarán 16.000 millones de dólares en remesas y se recibirán 5.500 millones de dólares mediante SMS y USDD (un sistema no estructurado de envío de datos) en todo el mundo. El crecimiento es exponencial. Lo cuenta el informe de Tecnocom "Tendencias en medios de pago 2011", realizado por AFI y con datos de The Cocktail Analysis.
Poder latino. Los inmigrantes mejicanos han provocado el nacimiento del servicio M-Vía de envío de “micro-remesas” desde EE.UU. a sus aldeas, crece con fuerza. Colombia (98,2 líneas móviles por cien habitantes) tiene una plataforma de banca móvil integrada por ocho bancos, dos redes de bajo valor y tres operadores móviles. Sus clientes pueden hacer 27 tipos de operaciones bancarias. El informe de Tecnocom indica que “entre 2008 y 2010 las operaciones monetarias y no monetarias de telefonía móvil se han multiplicado por 3,6 veces en Colombia, llegando a 14.775.000 operaciones. Han superado los 55.000 millones de pesos (31 millones USD”.
Encontrar un modelo de negocio adaptado a cada país es complicado. Tigo, la operadora móvil de Paraguay, fracasó con un sistema de monedero electrónico lanzado en 2008. Con Tigo Cash se podía cargar saldo en una segunda cuenta distinta a la de telefonía, hacer pagos a comercios adheridos, como Pizza Hut o Burger King, y comprar minutos de telefonía móvil. En 2010 lanzó Giros Tigo, un sistema de envío de remesas nacionales a través de SMS, utilizando tiendas de 442 localidades para depositar y retirar el dinero. Tiene una tarifa fija del 4% por operación, independiente del monto enviado, con un techo de 500 USD por transferencia y 2.000 USD por mes. El monto medio de las transacciones es 58 USD, frente a 110 USD del sistema global de remesas paraguayo. El sistema ha triunfado, y Tigo planea ofrecer sus servicios en Bolivia, Colombia, Honduras, Guatemala y El Salvador, de momento.
Las transferencias de los gobiernos a sus ciudadanos por el móvil empujará el sistema. Algunos estados pagan subsidios o ayudas a través de tarjetas, como el gobierno argentino que utiliza tarjetas prepago para transferir los subsidios a 1,5 millones de familias beneficiarias del programa Jefes y Jefas del Hogar. El programa social más importante de Brasil, Bolsa de Familia, está valorando directamente la opción de pagos a través de móvil para entregar subsidios. Si se materializa esa iniciativa, se daría impulso definitivo a los pagos móviles, y se llegaría a regiones dispersas reduciendo costes de entrega y maximizando la comodidad de los beneficiarios.
¿Qué tecnología móvil triunfará? El SMS es el rey de la banca móvil, barato, fácil y compatible con cualquier terminal. Tiene desventajas. No permite encriptar los mensajes, limitando su seguridad, y tampoco existe ningún comprobante de entrega en el protocolo SMS, siendo necesario mandar un segundo mensaje, lo que aumenta los costes de la operación. Los teléfonos GSM incorporan también el servicio de datos USSD (Servicio Suplementario de Datos no Estructurados en español). Su principal diferencia con el SMS es que no dispone de un centro de mensajes intermedio que los pueda almacenar y reenvíar, por lo que los mensajes USSD que no se entreguen al instante quedan descartados. El sistema es idóneo solo para mensajería instantánea en tiempo real.