Se trata de una iniciativa de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (F.C.C.) para reducir la tarifa de banda ancha de Internet y hacerla más accesible a los norteamericanos con menos ingresos, según publica The New York Times.
La F.C.C. ha anunciado su compromiso con las principales operadoras para que proporcionen acceso a un precio competitivo para los hogares más desfavorecidos a partir de la primavera de 2012. Con esta medida, se pretende atraer a nuevos clientes que no dispongan de banda ancha. Al no estar subvencionada por fondos federales, la inversión procedería fundamentalmente de compañías privadas. Una de ellas, Comcast, ha ofrecido la tarifa mensual desde 9,99 dólares.
Se calcula que un tercio de los hogares estadounidenses, que representan 100 millones de usuarios aproximadamente, no disponen de Internet de alta velocidad en sus hogares. Por este motivo, la F.C.C. ha establecido como uno de sus objetivos principales extender la nueva tecnología a este colectivo, muchos de ellos con acceso a la infraestructura tecnológica pero sin capacidad económica suficiente para contratar el servicio. La medida incluye también iniciativas de otras empresas norteamericanas como Microsoft que proporcionará software o Morgan Stanley que ofrecerá microcréditos a las familias que deseen invertir en ordenadores más potentes puestos a su disposición por empresas tecnológicas. Del mismo modo, se habilitarán sitios web dedicados a la educación y el empleo de forma que la contratación de Internet se convierta en una oferta más atractiva.