Blogs

El periodismo de guerra como juego

Martes 02 de septiembre de 2014

Un videojuego invita a transitar por escenarios bélicos. ¿Se trata de el típico entretenimiento de disparos a diestro y siniestro? No. En Warco, tu arma será una cámara de televisión y tu misión, grabar las mejores tomas sin que te maten.

El proyecto, que está dando mucho que hablar pese a estar en fase inicial, está siendo desarrollado por una pequeña compañía australiana, pero no encuentra productores que le den el impulso definitivo. Un responsable anónimo, relacionado con este sector, declaraba a Ars Technica que “es el producto que la industria debería hacer, pero es difícil de vender”. Las dificultades de financiación que está teniendo el producto pone en tela de juicio el optimismo con el que el blog argentino Buenos Aires de diseño saludaba la iniciativa: “En una época donde todos podemos publicar en la web, los juegos también cambian y ahora el poder lo tiene quien cuenta la historia y no el que detenta un arma”.

A pesar de que los juegos bélicos, cada vez más realistas, están en expansión, la guerra no ha sido nunca un espectáculo nada grato. Arturo Pérez Reverte pintaba con crudeza las andanzas de los reporteros en la disolución de Yugoslavia en “Territorio Comanche”. Ahora, otro antiguo corresponsal Tony Maniaty ha puesto sus experiencias en Timor Oriental y los países del Este en este simulador que tampoco se queda atrás en verismo brutal. En una secuencia de la beta que rueda por los despachos de los productores, el cámara filma un intercambio de disparos entre soldados e insurgentes mientras se oye una exánime voz femenina pidiendo socorro desde algún rincón oculto de la refriega.

No es previsible que se produzca una reacción unánime frente a este producto. Algunos lo saludan como un soplo de viento fresco en la industria del videojuego. Otros afirman que pondrá en valor la labor de los enviados especiales. Probablemente otros piensen que la espectacular puesta en escena trivializa la profesión o los desastres de la guerra. Y ustedes, ¿qué piensan sobre ello?

Otros posts:
Baile bloguero en el Huffington Post

Una paradoja en torno a la credibilidad de los medios

Dejen de escuchar a los editores

¿A quién le importan los medios pequeños?

La difícil llamada a la acción

Consejos titubeantes

A vueltas con el periodismo digital

Los hiperlocales también tropiezan con la crisis

El sector editorial alemán hace piña ante la crisis

Los grandes de Internet se meten a quiosqueros

Cupones 1.0

Cuentas (de Facebook) olvidadas

El futuro es móvil

Lucas contra los editores galácticos

Los belgas vuelven del lado oscuro de Internet