La falta de anunciantes a nivel nacional, cuya facturación se ha recortado en un 30%, perfila unas cuentas corporativas para la compañía peores de lo esperado y la sitúan al borde del abismo.
Las cifras que ha publicado la cabecera de Chicago distan mucho de las que había previsto en su plan de negocio para los nueve primeros meses del año, debido a un descenso continuado de la contratación de publicidad. La firma ha rediseñado recientemente su página web, y ha firmado un contrato por el que se hará cargo de la impresión del Chicago Sun-Times.
Sin embargo, estos logros no han sido suficientes para levantar una pésima campaña publicitaria a nivel nacional, tal y como afirma en el informe de cuentas Vincent Casanova, presidente de la compañía. “Desgraciadamente, a pesar de todos estos logros, nuestros datos financieros reflejan que nos queda un duro cuarto trimestre por delante para poder cerrar el presente ejercicio, por lo que será necesario aprovechar todas las oportunidades de obtener beneficios que se nos presenten”.
La compañía, también propietaria de Los Angeles Times y del Baltimore Sun, así como de 23 canales de televisión, se vio obligada a pedir protección judicial ante una inminente quiebra en Diciembre de 2008. Actualmente se encuentra a la espera de una decisión judicial que escoja entre dos propuestas de reorganización empresarial, una procedente de la propia firma y otra de un grupo de inversores.