No se puede concebir que los periódicos experimenten una aparente crisis en plena época de excesiva demanda por información. No se puede entender cómo la industria centenaria de hacer periódicos no se pueda transformar en un ambiente dinámico de cambio en las formas de consumir noticias.
Vivimos un momento frenético de alto consumo de contenidos noticiosos o de entretenimiento, que van desde las típicas noticias de información general, hasta la gran demanda de fotos, comentarios y chismes que abundan en las comunidades tipo Twitter o Facebook, eso sí, pasando por los contenidos especializados de gran aporte profesional. Los periódicos de todo el mundo así lo entendieron y buscan afanosamente volver a sincronizarse con los intereses de sus lectores sin cometer los errores de su pasado reciente.
¿Qué tipo de errores se cometieron en la industria en los últimos años? El primero y más grave fue regalar el contenido en Internet sin ningún beneficio a cambio; el segundo dejar que plataformas tecnológicas como Google o Yahoo les arrastraran sus informaciones y las comercializaran en detrimento de la generación de contenidos y el tercero dejar que sus públicos maduraran sin interpretar los nuevos hábitos de los más jóvenes. (Del editorial del diario “La Republica” de Bogotá, publicado en marzo de 2011).