No corren buenos tiempos para la prensa en América Latina. La amenaza no proviene de los medios digitales, redes sociales, blogs, y menos aún del ámbito de la publicidad; de hecho, siguiendo el viejo axioma: “si no puedes con tu enemigo únete a él”, la prensa latinoamericana, al igual que la del resto del mundo, se subió, con timidez primero y fuerza después, al escenario virtual. Pero, ¿cómo unirse al enemigo si éste son los gobiernos o grupos criminales?
“La situación de la libertad de prensa en algunos países de América Latina muestra un complejo panorama debido a la sistemática violencia que ejercen grupos criminales y políticas de estado que buscan erradicar a la disidencia, así como a una histórica impunidad que gira en torno a estos casos”. Esta análisis del estado de la libertad de prensa fue realizado por un panel de especialistas durante el primer encuentro de periódicos de América Latina organizado por la organización WAN-IFRA, que se llevó a cabo en Bogotá, Colombia.
A la hora de hacer un paneo por los distintos países de la región, México y Honduras encabezaron el listado de los casos más críticos de crímenes contra periodistas. Según Rocío Gallegos, periodista de “El Diario de Juárez”, los agresores son militares, policías y narcotraficantes. No menos grave es la situación que se vive en Honduras. Catalina Botero, relatora especial para la libertad de expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), señaló que los asesinatos de periodistas se caracterizan por la impunidad que gira en torno a estos casos de personas contrarias al reciente golpe de Estado. Botero denunció que la relatoría no pudo hacer nada en Honduras porque no contaron con la colaboración del Estado.
Menos violentas para la integridad física de los hombres de prensa son las intervenciones estatales en países como Ecuador, Bolivia, Venezuela y Argentina, siendo este último un caso representativo del uso de la publicidad oficial como herramienta política, según se trate de medios afines u opositores sin tener en consideración la tirada y difusión de las cabeceras.
Es bien conocida la aversión del presidente venezolano, Hugo Chávez, por las opiniones disidentes. Carlos Cortés Castillo, ex director de la Fundación de Libertad de Prensa de Colombia, señaló que la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Medios Electrónicos deja un amplio espacio para la subjetividad, lo que lleva a casos de censura. Asimismo, aseguró, se sanciona a quienes hablen en contra del presidente.
Si bien se produjeron avances en Colombia, los representantes de ese país en WAN-IFRA reprocharon el seguimiento a periodistas por parte del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) y que se pretenda amedrentar y silenciar a los comunicadores por medio de demandas penales.
Principal amenaza
Las presiones indirectas sobre medios o anunciantes, ya sea por parte de gobiernos como de organizaciones criminales, se convirtieron en la principal amenaza a la libertad de prensa en la región, sostuvo en diálogo con el periódico argentino Clarín el director ejecutivo de la Asociación Mundial de Periodicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA), el alemán Christoph Riess.
Catalina Botero, relatora especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, fue enérgica al advertir que ya no se trata de apelar a la censura, como sucedía en la década del ’70, sino de mecanismos de censura indirecta gestionados fundamentalmente a través de la publicidad oficial. “Le pago al que me avala y castigo al que me critica”. Estas declaraciones y otras de este estilo se realizaron cuando se colocó sobre el tapete el caso del periódico argentino “Clarín”, hoy en el punto de mira de la Administración Kirchner.
Según la WAN-IFRA, solo el 17% de la población mundial vive en países donde se goza de plena libertad de expresión.