e-Latam

Si la banca no le presta dinero o le pide tasas desorbitadas, lea esto

Sergio Manaut | Martes 02 de septiembre de 2014

Las redes sociales se superan a sí mismas. Ya no sólo sirven para intercambiar fotos o reencontrarse con antiguos compañeros del cole. Ahora en Argentina también  pueden ser una fuente de financiación.



En el país Sudamericano lanzaron Prestario que, según El Cronista Comercial, es una combinación de Facebook, eBay y Match.com. En esta especie de “Facebook de los préstamos personales” el inversor ofrece dinero y el que lo necesita lo pide. Por ejemplo, al igual que sucede en eBay, todos tendrán su reputación para saber cuál suele ser su comportamiento crediticio y como prestamista, explica al periódico, Guillermo Ferraro, ex presidente del Banco Bisel, que junto con Javier Diez, cofundador y presidente de Netizen, invirtieron 500 mil dólares en este emprendimiento que nació en Argentina pero está prevista su expansión a América Latina, Estados Unidos y Europa.

El artículo detalla que Prestario es la primera comunidad online que, si bien permite el acceso a entidades bancarias como prestadoras, hace hincapié en la oportunidad de inversión para mutuales, cooperativas financieras y personas físicas que buscan una mejor rentabilidad para sus inversiones. Por otra parte, el sitio hace que personas o emprendimientos que por algún motivo no tienen acceso al crédito bancario puedan recibir financiación para sus proyectos a mejores tasas y con requisitos flexibles.

Siempre de acuerdo a El Cronista Comercial, la mayor parte de los pedidos es para refacción del hogar y para iniciarse en una actividad comercial. Y si bien las condiciones se negocian persona a persona, la tasa promedio a la que se están pactando los préstamos es de 25,7% anual. Las garantías más ofrecidas son prendas sobre automóviles, pagarés y cheques.

Weemba, la plataforma financiera online creada por el también argentino Constancio Larguía, ex cofundador de Patagon, y que recibió inversiones por ocho millones de dólares, ya tiene quien le compita. Emilio Botín, quizás, esté observando de reojo.