En los últimos cuatro años la confianza de los norteamericanos en los medios de comunicación se ha deteriorado de forma grave. Siguen teniendo más crédito que los mensajes corporativos y los políticos, pero sufren un varapalo en todos los frentes.
La crisis económica no es el único peligro que acecha a los medios de comunicación. La imagen que el ciudadano tiene de ellos deja mucho que desear. La última encuesta de Pew Research Center revela que un 66% de los encuestados critican la falta de rigor de las informaciones. Aun mayor (77%) es el número de los que detectan noticias tendenciosas, mientras que llega al 80% los que opinan que los medios se dejan influenciar por personas y organizaciones poderosas. La mala fama de los medios es una constante en los estudios que desde 1985 lleva a cabo bianualmente Pew Research Center, pero la evolución desde 2007 ha registrado aumentos dramáticos en diferentes magnitudes. La pregunta sobre la condescendencia con los círculos de poder marca un máximo histórico en este estudio, aunque no es la única variable que sube más del 10% desde el inicio de la crisis económica. La deriva partidista, que también muestra un comportamiento similar, despierta cada vez más recelos. Sin embargo, no todo es malo. Los encuestados son conscientes de que los medios de comunicación proporcionan un servicio profesional y diligente que garantiza la labor de vigilancia de los poderes públicos. Con todo, esta cara favorable también sufre una erosión bien perceptible. Los que piensan que esta industria daña la democracia ya son tantos (42%) como los que opinan que la protege. La profesionalidad periodística también se resiente mucho. Los críticos crecen un 20% ya representan al 32% de los encuestados. No sólo condenan el relajamiento de la autoexigencia sino que tres de cada cuatro consumidores deploran la tendencia de las empresas informativas a tapar los propios errores. Los datos presentados por Pew Research afectan a toda la industria informativa, pero un examen más detallado introduce ciertos matices. El perfil de la empresa marca notables diferencias en su valoración. Los medios locales son los más fiables: un 69% de los receptores les dan mucha o algo de credibilidad, frente al 59% de los medios nacionales.